Las bajas reservas del Arquillo, que está al 47% de su capacidad, preocupan a los agricultores

El embalse, que abastece a la capital turolense y su entorno, tiene prácticamente la mitad de agua que en 2016 debido a la sequía que padece la Sierra de Albarracín.

Zonas habitualmente cubiertas de agua están ahora secas en el embalse del Arquillo, en la foto.
Zonas habitualmente cubiertas de agua están ahora secas en el embalse del Arquillo, en la foto.
A. G./bykofoto

El bajo nivel de agua que presenta el embalse del Arquillo, situado en la pedanía de San Blas y desde el que se abastece a la capital turolense y su entorno, ha sembrado la preocupación entre los agricultores de la zona, que temen no poder afrontar con garantías la campaña de riego, que debe empezar el próximo mes de mayo y prolongarse hasta septiembre.

Con un total de 9,9 hectómetros cúbicos de agua, el Arquillo se encuentra al 47% de su capacidad. El dato resulta aún más grave si se tiene en cuenta que el año pasado por estas fechas el embalse almacenaba 16,9 hectómetros cúbicos, lo que supone el 80% de las reservas que puede llegar a contener el pantano, un porcentaje muy superior al que ofrece en la actualidad.

Algunos agricultores temen que la situación empeore a partir del próximo mes de julio, cuando el consumo doméstico en la ciudad se dispare y a él se sume un mayor gasto de agua para la limpieza de las calles con motivo de las fiestas de la Vaquilla. Desde la Comunidad de Regantes de Teruel señalaron que si el nivel del embalse sigue descendiendo, cuando este llegue al 33% de la capacidad las compuertas del pantano se cerrarán para la agricultura y tan solo se abrirán para el consumo de boca y usos ambientales.

El presidente de dicha organización, Manuel Gómez, advirtió de que el riego del cereal, en particular del maíz, cuya siembra comienza estos días, no está asegurado. Este cultivo, que en la zona de la capital turolense ocupa 350 hectáreas repartidas entre unos 1.100 propietarios, necesita agua abundante cada 15 días.

Ante esta situación, los regantes de Teruel tienen previsto exponer la próxima semana su preocupación a los responsables de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) –titular del embalse– en una reunión en Valencia a la que están citados todos los usuarios del Arquillo. "Debemos saber cómo se va a resolver el problema", subrayó Gómez, quien agregó que, en estos momentos, el riego resulta esencial para el campo turolense porque las aportaciones de lluvia en otoño e invierno han sido "muy justas".

Primavera calurosa

El bajo nivel del Arquillo se debe a la sequía que soporta desde hace meses la Sierra de Albarracín, de cuyas precipitaciones de agua y nieve se alimenta el embalse. De hecho, el responsable de Previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Aragón, Pablo López, explicó que Albarracín es la comarca turolense en la que menos ha llovido desde el pasado mes de septiembre, si bien, en general, nos encontramos en un año menos lluvioso que otros para toda la provincia de Teruel. Además, el pronóstico no es bueno en este sentido, pues la primavera está siendo calurosa y sin anuncio de precipitaciones.

Septiembre de 2016 fue seco en toda la provincia, cayendo en la capital solo 26,8 litros, cuando lo normal son 33 litros. En octubre se alcanzaron niveles de lluvia casi normales en el territorio turolense aunque con tendencia a la sequía. Noviembre fue húmedo en toda la provincia con precipitaciones superiores a lo normal, pero donde menos llovió fue en Albarracín. Diciembre se caracterizó por ser un mes muy seco salvo en el Maestrazgo. El pasado mes de enero fue muy húmedo en el Maestrazgo, pero muy seco en Albarracín; en febrero también escasearon, en general, las precipitaciones si bien en marzo hubo algo más de humedad.

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