Un 43% de los pacientes que acuden a la Unidad del Dolor del hospital Obispo Polanco de Teruel presentan molestias crónicas en la espalda, una de las patologías que más bajas laborales causa, por encima de las enfermedades del corazón y de las dolencias oncológicas. Así, el porcentaje de personas que demandan en la provincia turolense un remedio para el dolor lumbar en comparación con otros problemas es superior al que registran otros centros sanitarios del país, situado entre el 38% y el 40%.

El dato ha sido aportado por la responsable de la Unidad del Dolor del Obispo Polanco, Rosario Escartín, que atribuye la mayor incidencia porcentual del dolor de espalda en la provincia de Teruel al envejecimiento poblacional.

“A partir de los 18 años, nuestra espalda ya empieza a degenerar y aparecen los problemas”, destaca Escartín, quien explica que el dolor lumbar puede tener su origen en múltiples causas, desde una hernia de disco a la escoliosis -curvatura de la columna vertebral- pasando por lesiones en las articulaciones de las vértebras, artrosis, fracturas o una incorrecta inserción de los músculos.

Este fin de semana, más de 100 facultativos y enfermeros de Aragón, Guadalajara y Valencia analizan en Albarracín los más avanzados tratamientos para paliar el dolor osteoarticular en la columna. Las jornadas, organizadas por la Unidad del Dolor de Teruel y la Sociedad Aragonesa del Dolor, se celebran en el Palacio de Congresos y tienen por objeto dar a conocer a los profesionales sanitarios los últimos fármacos y técnicas -radiofrecuencia, infiltraciones o bloqueos- contra esta enfermedad.

“Hay que tener en cuenta que ocho de cada diez personas tienen o tendrán en algún momento de su vida, dolor lumbar”, subrayó Rosario Escartín. Las jornadas reúnen en Albarracín a anestesistas, traumatólogos, reumatólogos, neurocirujanos o terapeutas entre otros profesionales.