Obras de urgencia para evitar que once iglesias de pequeños pueblos lleguen a situación de ruina

El Obispado, la Diputación Provincial e Ibercaja renuevan un convenio de financiación. La cooperación se remonta a hace más de una década.

Un año más el patrimonio religioso del mundo rural ha recibido un balón de oxígeno para mantenerse en pie. El Obispado de la Diócesis de Teruel y Albarracín renovó ayer el convenio que desde hace más de una década suscribe anualmente con la Diputación Provincial e Ibercaja para financiar obras de urgencia en los templos turolenses. Contempla una aportación de 216.000 euros con la que, según recalcó el obispo, Carlos Escribano, se van a atender exclusivamente "las necesidades urgentes, como el arreglo de tejado, humedades o saneamiento". "El buen mantenimiento –añadió el obispo– es la mejor prevención para que el patrimonio pueda durar muchos años".


En esta ocasión se abordarán los problemas de las iglesias de Barrachina, Estercuel, Gúdar, Ladruñán, Libros, Monterde, Navarrete del Río, Tronchón, Valdecebro, Villanueva del Rebollar y Villarluengo. Todos ellos pequeños municipios que sin esta aportación tendrían muchas dificultades para mantener las edificaciones religiosas, que constituyen en muchas ocasiones los únicos elementos patrimoniales de que disponen.


El convenio incluye una aportación de la Diputación Provincial de 70.000 euros, 61.000 del Obispado y 15.000 de Ibercaja. Los 70.000 euros restantes corresponden a las parroquias, con las que, según explicó Carlos Escribano, colaboran los ayuntamientos o los vecinos a través de colectas populares. En caso de dificultades, por tratarse de localidades con muy pocos habitantes, es el Obispado el que participa económicamente de forma subsidiaria.


Escribano destacó "la gran responsabilidad" de la gente de los pueblos por conservar su patrimonio religioso, especialmente las ermitas, por las que, según apuntó, "sienten auténtica devoción; las asumen como algo propio". Dijo que muchas localidades se movilizan para conseguir fondos con los que reparar estos templos, que en general presentan buen estado. "También es verdad –reconoció– que al ser muy pequeños, cualquier arreglo puede financiarse más fácilmente que una iglesia grande".

Consolidación de torres

Las actuaciones que se acometerán a lo largo de este año tienen presupuestos que oscilan entre los 10.000 euros para la supresión de barreras en Villanueva del Rebollar y los 24.000, necesarios para la consolidación de la torre y tejados, y saneamiento de humedades de Villarluengo y Gúdar, respectivamente.


La conservación del patrimonio religioso de la provincia de Teruel no presenta en general, según manifestó el obispo, una situación preocupante, si bien recalcó que "hay que hacer una intervención constante" para evitar su ruina. Explicó que el buen estado que presentan algunas iglesias, con restauraciones costosas, denota "los recursos con que se contaban en la década pasada".


El presidente de la Diputación Provincial, Ramón Millán, coincidió con el obispo en que este convenio permite atender "las demandas de muchos municipios, sobre todo los más pequeños, que no tienen posibilidades de cuidar este legado patrimonial, que no solo es de la Iglesia, sino de toda la población". Anunció que próximamente suscribirá otro convenio de similares características con el Arzobispado de Zaragoza, del que dependen las parroquias del Bajo Aragón. En este caso, el organismo contribuirá con 140.000 euros, que incluye la aportación correspondiente al año pasado, que no se llegó a ejecutar. El responsable de la Obra Social de Ibercaja, Juan Carlos Sánchez, destacó la colaboración entre instituciones, que ha logrado, en su opinión, "mantener el convenio tanto tiempo y funcionando con éxito". Dijo, igualmente, que este tipo de iniciativas posibilitan llegar al territorio, "que es –matizó– lo que más nos preocupa".

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