Dos años después de que en abril de 2014 el Gobierno aragonés anunciara su intención de remodelar los dos edificios que conforman el Palacio de Justicia de Teruel, la fecha de inicio de las obras es aún una incógnita. El Departamento de Hacienda todavía no ha dado luz verde al gasto plurianual necesario para el desarrollo de los trabajos, el paso previo e imprescindible para que se ponga en marcha todo el engranaje de la ejecución del proyecto.

A la aprobación del presupuesto todavía deberá seguir la licitación y adjudicación de las obras a una empresa. Ante esta situación, parece difícil que se cumpla siquiera la última previsión de la DGA, la cual, tras continuos retrasos, sitúa después del verano próximo el arranque de los trabajos. El coste de la remodelación se eleva a cuatro millones de euros, dos de los cuales procederán del Fondo de Inversiones de Teruel (FITE), que nutren a partes iguales el Gobierno central y el Ejecutivo aragonés.

Sin embargo, los empleados del Palacio de Justicia reclaman más agilidad en el inicio de las obras. "Hay que recordar que el edificio no reúne las condiciones ambientales adecuadas para el trabajo", afirmó Antonio Salvador, representante laboral por el sindicato CSIF.A 38 grados en el despacho

Salvador destacó que la falta de climatización en buena parte de los juzgados hace que en algunos despachos se alcancen los 38 grados en los meses de julio y agosto. "No se cumple la ley. El verano pasado, no abandonamos el puesto de trabajo por respeto al ciudadano, pero lo cierto es que el calor era insoportable", dijo. "Lo lógico –continuó– hubiera sido que se dictara una orden de desalojo".

Según explicó el representante de los trabajadores por el CSIF, los aparatos de aire acondicionado portátiles que se reparten por las salas, conocidos popularmente como ‘pingüinos’, no son suficientes para combatir todo el calor que se concentra en algunos puntos del Palacio de Justicia en verano. El portavoz sindical agregó que, incluso en invierno, las plantas más elevadas registran temperaturas superiores a lo que sería saludable, alcanzándose los 27 y 28 grados, al no poder ser regulada la calefacción.

El Palacio de Justicia de Teruel fue ampliado y reformado por el Ministerio de Fomento hace solo seis años, pero las obras resultaron incompletas, según han venido denunciando jueces, fiscales, médicos forenses, secretarios y auxiliares. Además de ser climatizada solamente una parte del inmueble, los pasillos que unen los dos bloques de la construcción son estrechos, oscuros y tortuosos.La Casa Blanca, en obras

Lo que sí se está llevando a cabo es el acondicionamiento de parte de la Casa Blanca –un edificio de titularidad pública situado en el barrio del Ensanche– como lugar para albergar provisionalmente algunos de los juzgados de Teruel mientras duren las obras de reforma del Palacio de Justicia. Esta intervención de adecuación, con un coste de 56.000 euros, se encuentra en su fase final, pendiente solo de la instalación de la red informática y los puntos de consumo, según informa el Gobierno aragonés.

Inicialmente, se trasladarán a la Casa Blanca los juzgados de lo Penal, Social y Menores, la Audiencia y la Fiscalía, mientras que el resto de las unidades se quedarán en el Palacio de Justicia y se moverán interiormente a medida que avancen las obras. Dichos órganos ocuparán tres niveles de la Casa Blanca, donde dispondrán también de dos salas de vistas provisionales. La adaptación se completa con un calabozo en la planta sótano con acceso directo desde el garaje.

El sindicato CSIF no está de acuerdo con que la Fiscalía se traslade a la Casa Blanca. Considera que su desplazamiento retrasará la actividad de los servicios que se quedan en el Palacio de Justicia y que dependen de ella. Por ello, propone que la Fiscalía permanezca en la ubicación original mientras se desarrollen las obras. El Gobierno aragonés estudiará el planteamiento del CSIF.