El IASS no usa el 75% de las plazas que reserva en geriátricos pese a haber lista de espera

El Gobierno aragonés atribuye el problema al "atasco" de años anteriores, la falta de dinero y el hecho de que algunos ancianos no quieran ir a municipios pequeños.

Mucha oferta en la capital.
Mucha oferta en la capital.
M. A. M.

El Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), dependiente de la DGA, solo utiliza una cuarta parte de las plazas que tiene conveniadas con distintas residencias privadas para ancianos asistidos en la provincia de Teruel. Según ha podido saber este periódico, de las aproximadamente 450 plazas reservadas en un 80% de los centros turolenses, el organismo oficial únicamente mantiene ocupadas en torno a 120, una situación que no ha variado desde hace años.


Aunque la demanda de ancianos asistidos que precisan residencia difiere por comarcas, hay algunos territorios en los que coincide que la DGA tiene plazas sin ocupar en centros privados pese a existir lista de espera en mayor o menor medida. Es el caso del Bajo Martín, la Comarca Comunidad de Teruel, las Cuencas Mineras, Gúdar-Javalambre y la zona del Matarraña.


En las Cuencas Mineras, por ejemplo, hay personas que tienen solicitada al IASS una plaza de residencia mientras que en el geriátrico de Martín del Río, de las 88 plazas conveniadas, solo hay 4 ocupadas. En la Comunidad de Teruel, las dos residencias privadas que existen, las de Alfambra y Cedrillas, tienen utilizadas por el IASS una mínima parte de las habitaciones que el organismo acordó por la Ley de Dependencia.


La demora en la tramitación de la concesión de una plaza por parte de la Administración provoca que, en algunos casos, el interesado entre en la residencia pagándose de su bolsillo el coste a la espera de que el IASS resuelva su situación. Muchos centros llenan con usuarios particulares las plazas vacantes del IASS, algo que el acuerdo marco permite porque el organismo oficial no paga por ellas si no las ocupa.


"Con cuenta gotas"

Pascuala Gómez, la directora de la residencia privada Ricarda García de Liria de Alfambra, lamentó que el IASS esté "dando plazas con cuenta gotas" y atribuyó esta lentitud a que "no hay dinero". El precio que paga la DGA por una plaza de geriátrico para una persona asistida o dependiente es de 1.452 euros. El beneficiario, por su parte, tiene que aportar el 80% de sus ingresos.


El gerente del IASS, Joaquín Santos, señaló esta semana que el presupuesto del organismo para plazas concertadas "es limitado", y anunció la intención de incrementarlo en 2016. Explicó que muchos ancianos no quieren ir a municipios pequeños "y no se les puede obligar como si se les mandara a hacer la mili", motivo por el cual algunas plazas conveniadas no se llenan.


Santos atribuyó el problema a una situación heredada de la legislatura anterior en la que la ley de la Dependencia "se atascó". "Estamos resolviendo casos de 2012; hay un enorme retraso", admitió. El gerente del IASS reconoció que "hay más personas que piden plaza pública de residencia que las que estamos dando", pero también destacó que la oferta de geriátricos ha crecido por encima de la demanda, "sobre todo en sitios pequeños". La DGA elabora un mapa de recursos y necesidades que ponga orden en el sector en toda la Comunidad.


Según Joaquín Santos, la concesión de plazas en residencias se rige por una lista en la que ocupan los primeros puestos aquellos con mayor nivel de dependencia, peor situación económica y más antigüedad. Quien no reúne las condiciones para entrar en un centro asistencial, y siempre bajo criterios técnicos, recibe una ayuda que ronda los 550 euros y se queda en su casa.


Las listas de espera para acceder a una residencia no se publican y, por tanto, no pueden ser consultadas por la población. Desde el Gobierno aragonés señalaron que sería "complicado" dar publicidad a estos listados "porque varían continuamente si entran mayores con puntuación superior".

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