Térvalis inicia la plantación de arómaticas con el fin de destilar sus propios aceites esenciales

Para cultivar lavandín se han destinado unos terrenos en la zona de los Baños, a las afueras de Teruel

Panos Charizopoulos contempla las todavía pequeñas plantas de lavandín.
Térvalis inicia la plantación de arómaticas con el fin de destilar sus propios aceites esenciales
Antonio García/bykofoto

El grupo Térvalis, una de las empresas con más proyección de la provincia de Teruel y líder nacional en la producción de fertilizantes, ha emprendido un nuevo proyecto en el campo de la agricultura con el fin de diversificar sus actividades. La novedosa iniciativa comprende la plantación de 40 hectáreas de aromáticas en la zona de los Baños, a las afueras de la capital, un cultivo que permitirá a medio plazo la instalación de una destilería. 


La actuación no ha hecho más que empezar, pero ya se aprecia una extensa superficie sembrada de pequeñas plantas de lavandín –un cruce entre espliego y lavanda–, que en el plazo de dos años ofrecerá su primera cosecha y en tres, estará a pleno rendimiento. Este es, al menos, el deseo de los empresarios, que consideran que su objetivo es fácilmente alcanzable siempre y cuando la climatología no altere en exceso sus pretensiones. La tenaz sequía que este año se ha ensañado con la zona de la Hoya de Teruel ha dado el primer zarpazo al proyecto agrícola de Térvalis, si bien los técnicos de la empresa esperan salvar las aromáticas mediante el riego con cubas.


La iniciativa se completará con el cultivo de plantaciones  de carrascas truferas en 20 de las 40 hectáreas, una actuación que se llevará a cabo a partir del mes de octubre. El técnico responsable de la sección de agricultura de Térvalis, Panos Charizopoulos, señaló que la combinación de estas dos especies mejora las cualidades de la tierra. «Aunque en España no es muy común, en la Provenza francesa existe una gran experiencia en este campo». «Allí –asegura– se demostró que en el terreno donde crecía más espliego, se recolectaba más cantidad de trufa». Destilería propia

El cultivo de aromáticas es el primer paso de un proyecto más ambicioso que incluye la creación de una destilería en las proximidades de la plantación. «Queremos fabricar nuestros propios aceites esenciales, de modo que en una primera cosecha el lavandín se destilará en plantas de otras compañías, y más adelante en nuestras instalaciones», aclaró el técnico. 


En principio, los estudios de viabilidad han sido positivos, según puso de manifiesto Charizopoulos, quien agregó, no obstante, que estos informes deberán ahora plasmarse en la realidad. Con todo, la producción de aceites esenciales presenta un nicho de mercado muy amplio, con numerosas aplicaciones en la industria de la cosmética, la sanitaria, incluso la alimentación. «En la Provenza llevan más de cien años experimentando en esta materia, con aromáticas que se extienden por campos de varios cientos de hectáreas», añadió Charizopoulos. 


A ello hay que añadir que la inversión requerida para la puesta en marcha de una moderna destilería asciende a unos 150.000 euros, una cantidad perfectamente asumible para el grupo empresarial turolense.


Las características del terreno de la zona de los Baños son adecuadas para el cultivo de lavandín, según dijo el técnico, como lo demuestra, a su juicio, que crezca esta especie de manera espontánea en el campo. Si bien admitió que el suelo presenta cierta aridez. Aún así, considera que se trata de una oportunidad para la zona, con muy pocas alternativas agrícolas.   «El lavandín –explicaba– es una planta muy dura, que se adapta bien a la rudeza del terreno, y es una buena opción al cereal, lo único que se puede cultivar y cuyas producciones en este suelo son mínimas».


El técnico agrícola destacó que el cultivo de las aromáticas y su posterior procesamiento forma parte de un proyecto «a largo plazo». Y sostiene que, aunque las primeras recolecciones se producirán en la campaña 2015-2016, el periodo para su completa viabilidad es de 12 años.