La retirada de arrastres devuelve el río a su cauce en Villalba

La retirada de la lengua de arrastres del cauce permitió la vuelta del caudal del río al tramo de un kilómetro que quedó seco.

La excavadora retira los depósitos para abrir paso al río.
La excavadora retira los depósitos para abrir paso al río.
Javier Escriche

La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha devuelto el río Alfambra a su cauce en el tramo de Villalba Baja del que se había desviado tras un taponamiento de grava, rocas y barro arrastrados por una rambla durante la tormenta del pasado domingo. Una máquina excavadora retiró parte del acopio de sedimentos para abrir un canal por el que el agua ha vuelto a circular para regresar al lecho habitual.

La retirada de la lengua de arrastres del cauce permitió la vuelta del caudal del río al tramo de un kilómetro que quedó seco a raíz de la barrera de tierra y rocas vertida por la rambla del Cerezo, situada aguas arriba de Villalba Baja, barrio rural de Teruel.

Debido al obstáculo surgido en el lecho, todo el caudal del río se abrió paso por las choperas y huertos de la margen izquierda hasta volver a su cauce en el casco urbano de Villalba, donde una docena de casas sufrieron inundaciones por el desbordamiento del Alfambra.

Desde la CHJ señalaron que las fuertes lluvias registradas en la cuenca baja del río provocaron un crecimiento "considerable" del caudal, hasta alcanzar los 36 metros cúbicos por segundo. La misma fuente calificó, no obstante, la crecida de "moderada".

El Alfambra se desbordó en su tramo final inundando casas y huertas a su paso por el municipio de Teruel. Un chalé en el que se encontraban once personas quedó aislado por la avenida y sus ocupantes tuvieron que ser rescatados por los bomberos.

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