La restauración de la torre mudéjar del Salvador de Teruel y tras ella su apertura al público cumplen 25 años con una clara apuesta por la potenciación del turismo internacional, un segmento poblacional que ha experimentando un notable crecimiento en las últimas décadas y que los gestores del monumento pretende impulsar. La renovación de los elementos expositivos, con los paneles informativos traducidos a cinco idiomas como eje central, es la principal medida que se está desarrollando para facilitar el acceso a visitantes de otros países y de paso celebrar la efeméride.

La torre, la primera del conjunto mudéjar turolense que fue sometida a una profunda remodelación tras la última intervención efectuada después de la Guerra Civil, ha iniciado también el año con una actuación de urgencia en la singular decoración de las fachadas. Concretamente, se está llevando a cabo la reposición de los característicos azulejos que se han perdido y la consolidación de los que corren riesgo de desprenderse.

De entrada, ya se han introducido cambios en los paneles informativos de las galerías habilitadas en las diferentes plantas de la torre, unos espacios que están dedicados a mostrar los secretos de la arquitectura mudéjar. Los textos, antes largos y farragosos en detalles, se han simplificado sustancialmente, con mensajes cortos y directos, que, según el gerente, Diego Hernández, "resultan más accesibles para el gran público". "Se trata –resumía– de frases más escuetas y llenas de matices, con conceptos muy cercanos y fáciles de entender".

La información está traducida a cinco idiomas: inglés, francés, español, italiano y alemán, lengua de los países de los que proceden la mayoría de los visitantes. El objetivo es potenciar el turismo internacional, que en la ciudad de Teruel creció en 2017 un 16,3% con respecto al año anterior. El audiovisual que se proyecta en la planta baja cuenta con subtítulos en inglés.

Ente las modificaciones más notables figura el panel denominado ‘Línea del tiempo’, en el que se da cuenta de la transformación experimentada en la ciudad a lo largo de su historia.

Está previsto que las actuaciones para modernizar los contenidos del centro se completen en el plazo de dos semanas, tras lo cual se baraja la posibilidad de celebrar una jornada de puertas abiertas para dar a conocer las principales novedades introducidas este año y conmemorar el cuarto de siglo desde su apertura.

Notable aumento de visitas

Si bien el Mausoleo de los Amantes sigue siendo el monumento más visitado de la ciudad, con más de cien mil entradas vendidas al año, la torre mudéjar del Salvador –la primera que se abrió al público, en 1993, poco después de haber sido restaurada– es cada vez más demandada por lo turistas que llegan a la capital. Los 119 escalones que separan la planta baja del campanario no son un obstáculo para los excursionistas que, después de empaparse de la historia de la ciudad y de su arquitectura, están interesados en obtener algunas de las mejores panorámicas de Teruel y de su entorno.

El monumento recibe actualmente una media de 18.000 visitantes al año, una cifra que Diego Hernández considera «destacable» frente a la importante competencia de los archiconocidos Amantes. Un dato a tener en cuenta es, según resalta, su presencia en segundo lugar, después de Albarracín, en el foro de viajes más importante del mundo TripAdvisor. "Nos valoran con cinco estrellas por detrás de la población más conocida de Teruel, lo cual nos proporciona una gran satisfacción", confesaba el gerente. La cifra máxima de visitas alcanzada diariamente ha sido de casi 500 personas y, curiosamente, algunos días acceden al monumento únicamente turistas de nacionalidad extranjera.

La torre del Salvador, cuya construcción data del siglo XIV, forma parte del conjunto mudéjar que fue declarado Patrimonio Mundial por la Unesco en 1986. Ha sido el primero de estos monumentos en ser objeto de una restauración integral y en acondicionarse para ser visitado, con un centro de interpretación de la arquitectura mudéjar como hilo conductor.