Quinientos ancianos fueron a los hospitales en 2017 gracias al transporte a la carta de Cruz Roja

La oenegé facilita vehículos adaptados para que personas mayores de los pueblos puedan desplazarse.

Varios usuarios del transporte adaptado de Cruz Roja procedentes de Alba y Santa Eulalia, a su llegada al hospital Obispo Polanco.
Quinientos ancianos fueron a los hospitales en 2017 gracias al transporte a la carta de Cruz Roja
J. Escudero

El grave accidente registrado el pasado 26 de enero en Mezquita de Jarque con el balance de cinco personas heridas graves, tres de ellas ancianos que viajaban a Teruel en un coche de la Cruz Roja para acudir al médico, puso sobre la mesa el servicio vital que ofrece la oenegé para que personas mayores o con problemas de movilidad y sin coche propio puedan acudir a centros sanitarios de la capital o de Alcañiz. Durante el año pasado, 535 ancianos de todas las comarcas –salvo Gúdar-Javalambre y el Maestrazgo, donde la organización solidaria no presta el servicio– utilizaron sus vehículos adaptados y turismos para acudir a citas médicas ante la falta de alternativas adecuadas a sus necesidades físicas y horarias en los autobuses de línea.

A los usuarios del transporte para acudir a hospitales y centros de salud hay que sumar otros 513 beneficiarios del servicio de traslados que Cruz Roja organiza para acudir a bancos, a comprar, a hacer gestiones o a centros sociales. En total, un millar largo de habitantes del medio rural que sin este apoyo no tendrían acceso a prestaciones y servicios básicos. Como un mismo usuario puede utilizar varias veces las dos modalidades de desplazamientos a la carta, el número total de viajes se disparó el año pasado hasta 15.605, de los cuales 11.570 fueron a hospitales y 4.035 para hacer gestiones o compras.

El coche accidentado en Mezquita formaba parte de la flota de vehículos de Cruz Roja que recorre a diario toda la provincia para recoger a personas mayores que no disponen de autobuses de línea con horarios que les permitan acudir a especialistas, a rehabilitación o a análisis médicos. Los usuarios pagan una tarifa reducida –10 céntimos por kilómetro en el caso de la Comunidad de Teruel– y se aseguran llegar a tiempo a la consulta y que, al terminar, tendrán un vehículo que les devolverá a casa. Además, se trata en caso necesario de vehículos adaptados a personas con problemas de movilidad, frente a los buses ordinarios, que son inaccesibles para personas en sillas de ruedas o con movilidad reducida.

La disponibilidad, la facilidad de acceso, la calidad del servicio y su bajo coste han convertido el transporte sanitario de Cruz Roja en una de sus prestaciones estrella. Solo en la Comunidad de Teruel, se prestan 20 servicios semanales de media. La encargada de esta área en la oenegé, María Benedicto, explica que algunos días puede haber hasta ocho vehículos en ruta por distintas comarcas trayendo y llevando ancianos de casa al médico y a la inversa. "Todos los días hay servicios a alguna comarca", señala.

La elevada demanda refleja, también, "la falta de recursos para atender a las personas mayores y con problemas de movilidad de las zonas rurales", aclara Benedicto. Además, los horarios de los autobuses de línea, cuando existen, "no se adaptan a las horas de las consultas y de la vuelta a casa".

La prestación se financia con cargo a la casilla del IRPF para fines sociales y también con convenios con distintas comarcas, como la Sierra de Albarracín, la Comunidad de Teruel y Andorra-Sierra de Arcos. El presidente de la Comarca de la Sierra de Albarracín, Pascual Giménez, señala que Cruz Roja "ofrece un servicio muy usado y bien valorado".

La aportación de los voluntarios de Cruz Roja como conductores o acompañantes es decisiva para hacer viable el servicio, sobre todo en los días de mayor demanda. Félix Soriano, un jubilado de Teruel, lleva cuatro años colaborando como chófer. Dice que le gusta conducir y quiere "ser útil" para quienes tienen problemas para acudir al médico desde los pueblos. "Hay muchas personas mayores de 80 años que no tienen coche o que no pueden conducir y yo voy a recogerlos", relata.

Además de la Cruz Roja, todas las comarcas, salvo Gúdar-Javalambre, disponen de un servicio de transporte adaptado para trasladar a personas mayores a centros de día o sanitarios. En algunos casos, los viajes se limitan a la propia demarcación comarcal y en otros llegan hasta Teruel y Alcañiz.

La Comarca de las Cuencas Mineras traslada a las personas mayores a los centros de día comarcales, mientras que la Comarca del Maestrazgo, con dos vehículos adaptados, facilita transporte a Teruel y a Alcañiz, en función de la demanda. El servicio del Jiloca hace hasta cinco rutas diarias para desplazar a vecinos a centros asistenciales y sanitarios de la zona y de la capital turolense. El presidente comarcal, José Antonio Ramó, señaló que se trata una prestación que "tiene mucha demanda".

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