Feher pasa su primera noche en la cárcel “durmiendo y con total normalidad”

El sanguinario Norbert Feher, también conocido como Igor el Ruso y asesino confeso de los dos guardias civiles del puesto de Alcañiz Víctor Romero y Víctor Jesús Caballero y del ganadero de Andorra José Luis Iranzo, ha pasado su primera noche en la cárcel de Teruel, donde ingresó el domingo por la tarde, “durmiendo y con total normalidad”, según indicaron fuentes de la prisión, las cuales precisaron que en ningún momento hubo incidentes.

Feher llegó al centro penitenciario pasadas las 19.30 tras reconocer ante la juez de Alcañiz ese mismo día por la mañana haber disparado el pasado jueves a los dos agentes y al ganadero y días atrás, el 5 de diciembre, a dos vecinos de Albalate del Arzobispo que quedaron heridos de gravedad.

Después de contestar a las pocas preguntas de trámite que le hicieron los funcionarios, el Ruso fue conducido al módulo de aislamiento en el que permanecerá por el momento, ya que no se descarta que pueda ser trasladado a otra prisión.

El peligroso delincuente ocupa una celda de entre siete y ocho metros cuadrados de superficie, que reúne las máximas garantías de seguridad para evitar una fuga o que el recluso dañe a alguien o a él mismo. No es necesario abrir la puerta del calabozo para proporcionarle la comida y tanto el escritorio como el armario son de obra. No cuenta, además, con ropa de cama. El aseo está incluido en la celda, en la que hay una ventana con rejas.

Feher está vigilado constantemente por dos funcionarios y cuando sale al patio -hoy ya está previsto que lo haga- se unen otros dos. No obstante, se trata de un patio distinto al que utiliza la población reclusa con el fin de que Feher no tenga contacto con ningún interno -hay 200-.

Su entrada en la prisión de Teruel no ha alterado la vida del resto de los reclusos. Desde la prisión ya se indicó este domingo que tanto el edificio como el personal están “perfectamente preparados” para atender a un preso del temerario perfil que ofrece Igor el Ruso.

El módulo de aislamiento en el que se encuentra estaba ocupado anteriormente por seis presos de confianza que han sido trasladados a otra zona de la cárcel que estaba sin estrenar. Como se recordará, la prisión de Teruel duplicó recientemente su espacio tras la demolición de las anteriores instalaciones y la construcción de un edificio en forma de H totalmente nuevo. Sin embargo, la población reclusa no ha aumentado, por lo que una parte de las instalaciones no se utiliza.