Ojos Negros se promociona sobre ruedas

Un camionero ha recubierto el vehículo con el que recorre las calles de Barcelona con estampas de la localidad turolense que llaman la atención de conductores y peatones.

El camión decorado y al fondo el molino de viento de Ojos Negros, uno de los motivos del grafiti.
El camión decorado y al fondo el molino de viento de Ojos Negros, uno de los motivos del grafiti.
Pedro Rillo

Un transportista oriundo de Ojos Negros, Pero Rillo, ha convertido su camión en un escaparte andante de los principales atractivos turísticos, culturales y deportivos de la localidad mientras hace reparto de mercancías por Barcelona, la ciudad en la que trabaja. Sus idas y venidas por la capital catalana han servido para que numerosos descendientes del pueblo, de su entorno o de cualquier punto de la provincia de Teruel se acerquen para comentar la evocadora decoración en blanco y negro que luce el vehículo.

El camionero explica que desde que cubrió la caja de su camión con un artístico grafiti que muestra distintos aspectos de Ojos Negros –la localidad natal de su padre y a la que regresa cada vez que tiene ocasión– nadie ha hecho ninguna pintada en el remolque. Todo lo contrario de su anterior camión, de color blanco y que fue un auténtico imán para los grafiteros. Desde que circula con la caja recubierta de estampas turolenses no ha tenido "ningún desperfecto". Afirma que los amantes del arte urbano "respetan" la decoración, en parte porque valoran el buen trabajo del autor, Xavi Badia.

En los laterales y las puertas traseras del camión se pueden ver imágenes del molino de viento, una vista general de Ojos Negros, una locomotora del antiguo tren minero, las salinas, la ermita del Santo Cristo, un retrato del escultor Felipe Martínez ‘Kpis’ o las gigantescas tolvas para el mineral de hierro de Sierra Menera. Todo dibujado con sprays y pinceles de tonos negros y grises y recubierto de una capa de barniz para reforzar el brillo y la conservación.

Rillo señala que diariamente recorre 200 kilómetros por las calles de Barcelona como repartidor de frutas y también hace desplazamientos fuera de la ciudad. Su escaparate sobre ruedas del pueblo de su padre le ha hecho valedor del apodo de "Embajador". Explica que cuando alguien se interesa por la decoración de su vehículo aprovecha para promocionar Ojos Negros y entregar folletos o programas de fiestas. Para los amantes de las nuevas tecnologías, ha rotulado la caja con direcciones de internet vinculadas a la vía verde de Sierra Menera y a la carrera Minero Trail.

La decoración turolense de su medio de vida le ha dado más de una satisfacción, como la de un anciano de Ojos Negros residente en Barcelona que, al ver los dibujos, se emocionó al recordar su pueblo después de 30 años sin pisarlo. Incluso le proporcionó una alegría para el bolsillo. En una ocasión, dejó el camión mal aparcado en la Ciudad Condal y al regresar a la cabina se encontró con una nota que rezaba: "Hola, Ojos Negros. Nos encanta tu camión. Nos vemos en Sarrión. Teruel Existe". Pero lo más jugoso estaba en la posdata: "Soy guardia urbano y no le multo. Pero la próxima vez, sí".

Aunque diariamente y desde hace varios años aparca su camión pintado en la calle, nadie ha emborronado su decoración. Todo lo contrario, afirma que la gente "flipa" con su mural sobre ruedas.

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