Los ecologistas alertan de que la sequía daña gravemente los pinares de la provincia

La falta de lluvias, unida a la pobreza del suelo, ha debilitado los árboles, que están siendo pasto de la procesionaria y el muérdago.

Nicolás Ferrer muestra los efectos de la sequía en un pinar del entorno de la capital turolense.
Los ecologistas alertan de que la sequía daña gravemente los pinares de la provincia
Javier Escriche

Los bosques de la provincia de Teruel no están saliendo indemnes de la prolongada sequía que azota a gran parte del país desde hace ya cuatro años. Según advierten grupos ecologistas, los pinos están muriendo por la falta de agua y la pobreza de los suelos, una fatídica combinación que resta vigorosidad a los ejemplares, dejándolos a merced de plagas, como la procesionaria, y de plantas parásitas, como el muérdago.

Existen pinares en las Cuencas Mineras, el Maestrazgo, Javalambre, Valdelinares, Comunidad de Teruel y la sierra de Albarracín que están "literalmente machacados" por la sequía. Así lo asegura el portavoz de Ecologistas en Acción Otus-Teruel, Nicolás Ferrer, quien pone como ejemplo de la grave situación el entorno de la Venta de la Pintada, en la carretera nacional 420 de Teruel a Alcañiz, "con pinadas enteras comidas por la procesionaria". También en el Bajo Aragón colectivos naturalistas han detectado "hectáreas y hectáreas de romeros con las hojas marchitas", al tiempo que destacan que muchos almendros de secano han muerto.

A la sequía se suma la situación de falta de frío que se viene registrando en los últimos inviernos, el único capaz de mantener a raya a la procesionaria. Con condiciones cálidas, esta mariposa nocturna que en su fase de oruga –cubierta de pelos urticantes– hace un nido en las ramas de los pinos y se alimenta de sus agujas y brotes, se reproduce con mucha más facilidad.

"Los pinos están débiles y la procesionaria se ceba con ellos llegando a matarlos", explica Ferrer, quien asegura no haber visto nunca tal cantidad de nidos de estos insectos en la masa forestal turolense.

Un año "catastrófico"

"Si continúa la sequía –añade el ecologista–, este año puede ser catastrófico para los bosques de la provincia". Ferrer incluye en ellos la zona de pino moro o ‘Pinus uncinata’ de la sierra de Gúdar, la más meridional de toda Europa y "una reliquia de los tiempos glaciares, cuya extensión actual podría verse reducida considerablemente".

Desde Ecologistas en Acción expresan su "gran preocupación" por los efectos de la sequía y proponen a las Administraciones llevar a cabo planes de reforestación, no solo con especies productoras de madera, sino también con plantas autóctonas arbustivas, menos apetecibles para la procesionaria.

Evitar la erosión del suelo para que este conserve sus propiedades nutrientes, necesarias para dar vida a la masa forestal, es otra de las actuaciones que reivindican los ecologistas turolenses.

Además, plantean extremar el ahorro de agua tanto a nivel doméstico como industrial y agrícola. "Hay que mejorar las técnicas de riego y revisar las acequias, pues el mal estado de estas últimas hace que se pierda mucha agua", señala Ferrer.

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