La Guardia Civil sostiene que el crimen de Fuentes Claras fue obra de una trama organizada

El intenso tráfico de llamadas de teléfono móvil entre los procesados en torno a las horas en que se produjo el robo y la muerte de Luis Esteban así lo confirmarían.

Los dos acusados, Chafnaje –a la izquierda–y Lioumouri, al inicio de la primera sesión del juicio.
La Guardia Civil sostiene que el crimen de Fuentes Claras fue obra de una trama organizada
Jorge Escudero

La tesis de la Guardia Civil acerca de quiénes participaron en la muerte de Luis Esteban –el vecino de Fuentes Claras que sorprendió en su casa a los ladrones que le estaban robando la caja fuerte y cuyo cadáver fue encontrado lleno de golpes en la entrada de la vivienda– difiere mucho de la versión ofrecida por los dos acusados que desde el lunes están siendo juzgados en la Audiencia Provincial de Teruel por un Jurado Popular.

Tanto el Fatmi Chafnaje –vecino de Fuentes Claras y esposo de la empleada doméstica de Esteban– como Rachid Lioumouri –el conductor del coche en el que dos hombres más se desplazaron desde Zaragoza a Fuentes Claras para cometer el robo– se declararon inocentes. El primero de ellos dijo no saber nada de lo ocurrido y el segundo, que accedió a llevar a los otros dos sospechosos –actualmente huidos de la Justicia– bajo la creencia de que estos solo iban a robar marihuana a una casa deshabitada.

Sin embargo, los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil que inspeccionaron el lugar del crimen e investigaron los hechos y que este martes testificaron en el juicio transmitieron la idea de que los cuatro habrían actuado como un grupo criminal organizado en el que cada uno tendría su función, desde la preparación del robo a la ejecución del mismo.

El agente que analizó todas las llamadas telefónicas que en 100 kilómetros a la redonda se produjeron la noche de los hechos, entre el 21 y el 22 de febrero de 2015, señaló que el tráfico de comunicaciones entre Chafnaje y Rachid y entre este y Fadil El Hasnaoui –uno de los fugados– y que supuso casi 40 contactos en menos de 8 horas– apunta a que los cuatro estarían al corriente de lo que sucedía. De hecho, a partir de la 1.48, coincidiendo con el regreso de Luis Esteban a su casa tras haber salido de fiesta con dos amigos, se producen 10 llamadas seguidas en lapsos de un minuto o menos entre Rachid y Fadil que podrían considerarse "de aviso", presumiendo que el primero estuviera fuera vigilando y el segundo, dentro de la vivienda actuando. Asimismo, hubo 16 llamadas de Rachid a El Fatmi entre las 00.4 y las 3.46 del día 22 de febrero.

La caja fuerte con 200.000 euros que Esteban guardaba en la bodega de su casa nunca apareció. La hipótesis de la Guardia Civil es que, al no conseguir la combinación numérica para su apertura, los ladrones la cargaron en el coche, la dejaron de madrugada en algún lugar cercano a Cariñena y volvieron por ella a la mañana siguiente con herramientas para abrirla, un recorrido también presuntamente descubierto en base a las llamadas de teléfono móvil entre ellos.

En el trastero de Rachid se encontró una palanca compatible con las marcas que había en la cerradura de la casa de Esteban, si bien los ladrones no pudieron abrir la puerta y entraron por el tejado desde una casa vacía contigua.

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