Los trabajadores de la Audiencia se pagan de su bolsillo ventiladores para aliviar el calor

Hay despachos a 35 grados y los ‘pingüinos’ que ha puesto la DGA no se pueden usar por faltar un trámite.

Uno de los despachos de la Audiencia Provincial, con los ventiladores comprados por los empleados.
Uno de los despachos de la Audiencia Provincial, con los ventiladores comprados por los empleados.
María Ángeles Moreno

Los empleados de la Audiencia Provincial de Teruel han tenido que comprar ventiladores pagándolos de su bolsillo para poder aliviar el calor sofocante que reina en algunos despachos, donde ayer se alcanzaban temperaturas de hasta 35 grados.

El edificio, conocido como la Casa Blanca, no tiene aire acondicionado y los ‘pingüinos’ instalados a finales del pasado mes de junio por el Gobierno aragonés para refrigerar el ambiente no pueden utilizarse porque falta un trámite burocrático que permita conectarlos a la red eléctrica alternativa creada para tal fin.

"Esto no hay quien lo soporte. Ayer fuimos a ‘los chinos’ y compramos con nuestro dinero unos ventiladores", protestó ayer una trabajadora. En total, se han comprado dos aparatos. El coste de uno de ellos fue asumido por uno de los empleados mientras que el otro se adquirió mediante aportación conjunta de todos los funcionarios. Además, el Juzgado de Menores y un magistrado les han cedido otros dos ventiladores.

Teruel registró ayer la temperatura más alta de las tres capitales de provincia aragonesas con 38,3 grados a media tarde, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). La ciudad ya tuvo la máxima de Aragón el pasado martes, con 36,3 grados. Con el frío intenso que caracteriza a Teruel en invierno y encontrándose el municipio a una altitud sobre el nivel del mar de 900 metros, cuesta creer que en verano pueda hacer tanto calor. Sin embargo, las temperaturas suben con fuerza –especialmente durante el mes de julio– al encontrarse la localidad en una hoya que sufre un fuerte recalentamiento en las horas diurnas.

Riesgo de apagón general

También los despachos de la Fiscalía de Teruel, en el mismo edificio de la Casa Blanca, registraban ayer temperaturas por encima de los 30 grados. Tanto es así, que algunos empleados optaron por conectar los ‘pingüinos’ a la red antigua, pese al riesgo, advertido por los técnicos, de que se produjera un apagón general de todo el aparataje, incluidos los ordenadores con los que trabajan los funcionarios, y ello debido a la falta de potencia de esta instalación para soportar los aparatos de refrigeración, 12 en total.

Algunos funcionarios han decidido llevarse el trabajo a casa y realizarlo allí, al estar ubicados en oficinas con grandes cristaleras que reciben sol durante toda la mañana.

"Nos han dicho que igual saltan los automáticos y se apagan los ordenadores, pero da lo mismo. Lo que no podemos es trabajar a más de 30 grados durante horas", indicó una trabajadora. Una fuente judicial añadió que el problema se repite en la reducida sala de vistas, de no más de 40 metros cuadrados y en la que se han llegado a juzgar a doce personas acusadas a la vez. La misma fuente destacó que el calor llega a ser insoportable para jueces, fiscales y abogados, quienes tienen que llevar toga.

Desde el Gobierno aragonés indicaron que la red eléctrica alternativa instalada para el uso de los ‘pingüinos’ "puede usarse sin problemas, porque solo falta un trámite burocrático que ya se resolverá y que no es impedimento para la utilización del sistema". Las mismas fuentes responsabilizaron al "excesivo celo profesional de algunos técnicos" del problema surgido en los juzgados turolenses.

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