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Se buscan porterías

En Zaragoza hay 70 potreros o instalaciones deportivas al aire libre, en parques o solares. Muchas tienen _carencias: faltan porterías, están sucias o rotas. El Ayuntamiento quiere hacer un censo y mejorar el mantenimiento.

Se buscan porterías
Se buscan porterías
J.C ARCOS

El pasado fin de semana, el campo de fútbol sala del parque Bruil volvió a ser el hervidero que era hace meses. En La Romareda se jugaba un partido crucial para el futuro del club y las ilusiones de miles de zaragozanos. Pero en este parque –a mitad de camino entre el Casco Viejo y Las Fuentes- decenas de chavales esperaban también con ilusión para volver a jugar a fútbol. Los potreros o instalaciones deportivas al aire libre son un punto de encuentro y de dinamización social en los barrios.


Hace medio año, el Ayuntamiento retiró las porterías del campo del parque Bruil para reformar la pista. Cambiaron el pavimento, pusieron una valla nueva y se olvidaron las porterías. Un lector, Fernando Gómez Antón, lo denunció hace quince días en Heraldo Abierto. Y, casualmente, alguien volvió a colocar las porterías la semana pasada. Así que, meses después, ya ha vuelto el fútbol de base al parque Bruil.


La asociación de vecinos “La Madalena-Calle Libertad” ha sido muy crítica con la situación del parque Bruil y denuncia la falta de información del Ayuntamiento. “Está bien que por fin hayan colocado las porterías. El fin de semana el campo estaba lleno. El parque Bruil es un claro ejemplo de relaciones intergeneracionales y multiculturales. Pero estamos muy descontentos con la actitud del Ayuntamiento. Pedimos que retiren la valla de la pista de baloncesto, que está mal diseñada y perjudica a los usuarios, y que informen de cuánto han costado estas obras. Y queremos que se tenga en cuenta a los vecinos en los próximos proyectos”, afirma Nacho Escartín, miembro de la asociación “La Madalena-Calle Libertad”.


Para este colectivo, la ‘desaparición’ temporal de las porterías del parque Bruil no es una anécdota. “Hay un problema de fondo: estamos viendo una elitización de las instalaciones deportivas. Se fomentan los centros deportivos de pago y se deja que las pocas pistas que hay en los parques o en la calle se vayan deteriorando. La gente no busca obras de gran impacto en los parques, sino pequeñas instalaciones, como juegos infantiles, unas porterías, aparatos para que los mayores hagan gimnasia o espacios para patinadores. Son obras poco costosas y muy usadas por los ciudadanos”, asegura Escartín.


Censo municipal

En Zaragoza hay 70 instalaciones deportivas al aire libre (también llamadas potreros), en parques, plazas o solares, según datos del Ayuntamiento. “El objetivo es posibilitar la práctica del deporte de base, más entendido como ocio que como deporte”, explican. No son campos reglamentarios para el deporte federado. Ni siquiera hay una normativa común –como sí existe con los parques infantiles- sobre qué tipo de juegos o elementos se colocan en estos potreros. Unos tienen canastas, otros porterías y muchos, nada.


El problema es que nunca ha habido mucho control municipal sobre estas instalaciones. Algunas las han colocado desde el área de Parques y Jardines; otras corresponden a Deportes, y otras a las juntas de distrito. Ahora el Ayuntamiento está realizando un censo exhaustivo en todos los distritos y barrios rurales. “Se quiere tener un censo detallado, que permitirá un mayor control y mantenimiento de estas instalaciones. En los últimos tiempos, están sufriendo mucho la acción del vandalismo”, afirman fuentes municipales.


Vandalismo

La pista de El Cabezo, en el Parque Grande, es un buen ejemplo. Aquí tampoco hay porterías, aunque el campo está en buenas condiciones y los operarios del parque lo limpian regularmente. “El año pasado tenía porterías, pero estaban muy deterioradas por el vandalismo y las quitaron. Ahora sigue siendo una pista muy usada. Los chavales marcan con cintas en el suelo, y ya está. Este invierno se ha reparado la valla, pero no han vuelto a poner las porterías”, señala Juan Ángel Vicente, responsable del Aula de Naturaleza del Parque Grande, junto a la pista deportiva.


De momento, los potreros no parecen una prioridad. Los nuevos parques de la ciudad (el Parque del Agua o el de Pla-Za) se han construido sin pistas deportivas. Y en otros parques grandes, como el del Tío Jorge, están viejos o en mal estado. En este parque de la margen izquierda, hay un campo de fútbol de tierra (con muchos socavones) y una pista de baloncesto, que se ha quedado un poco vieja.


El parque de La Granja es la otra cara de la moneda. “En la reciente remodelación de parque, en 2006-2007, se pusieron varias pistas y se utilizan mucho. Fue una petición de la asociación de vecinos. Para el deporte reglado ya hay otros sitios. Estos campos no requieren una gran inversión y son instalaciones muy positivas para los barrios”, apunta Isabel Aína, de la asociación de vecinos de San José.


Otra pista muy utilizada es un campo de baloncesto en el centro cultural Salvador Allende, en Las Fuentes. Pero está mal iluminada y las tardes de invierno apenas se puede usar.