Pequeños y jóvenes cofrades aseguran el relevo generacional de la Semana Santa jaquesa

La procesión del Silencio ha protagonizado el Martes Santo en Jaca, en el que ha habido nieve y lluvia, pero a última hora el tiempo ha respetado.

La procesión del Silencio ha protagonizado el Martes Santo en Jaca.
La procesión del Silencio ha protagonizado el Martes Santo en Jaca.
Laura Zamboraín

Cada vez son más los niños y jóvenes que quieren vivir la Semana Santa desde dentro, como cofrades, asegurando de esta manera el relevo generacional de hermandades y cofradías con muchos años de antigüedad. Buen ejemplo de ello son los 40 niños, niñas y gente joven que este año por primera vez forma parte de la Hermandad de la Sangre de Cristo, que ha procesionado este Martes Santo por el centro de la capital jacetana junto a la Hermandad de Nuestra Señora de la Piedad y del Descendimiento, que cumple 290 años.

La mayor alegría es como se une a nosotros la gente joven, porque se empieza a ver el relevo generacional”, señala el presidente de la Hermandad de la Sangre de Cristo Manolo Lasala. Fundamentalmente forman parte de la banda de tambores y bombos, “pero también colaboran en otras tareas y actos”, añade. Otro ejemplo de la implicación de la gente joven es la Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén.

En este Martes Santo, después de que haya nevado -por la mañana y por la tarde- y llovido en Jaca, la procesión del Silencio ha podido salir con los tres pasos, el Cristo de Biscós, la Piedad y el paso del descendimiento, y acompañados de la Guarnición Militar de Jaca, Hermano Mayor Honorario de la Sangre de Cristo. A pesar del frío invernal, vecinos y visitantes han salido a las calles para disfrutar de esta procesión.

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