Una madre pide al Ayuntamiento de Huesca que suspenda los cohetes en el parque

Inicia una recogida de firmas contra este método para ahuyentar a los estorninos porque considera que estos estruendos son traumáticos para su hija, con hiperacusia, y para muchas personas sensibles.

Marisa Martínez coloca a su hija los cascos de reducción de sonido cerca del Parque Miguel Servet de Huesca
Marisa Martínez coloca a su hija los cascos de reducción de sonido cerca del Parque Miguel Servet de Huesca
Javier Navarro

Marisa Martínez, una oscense cuya hija tiene sensibilidad auditiva (hiperacusia) ha iniciado una campaña de recogida de firmas para solicitar al Ayuntamiento de Huesca la suspensión del lanzamiento de cohetes en el Parque Miguel Servet. Es uno de los métodos utilizados para controlar la plaga de estorninos asentados en este espacio verde, situado en el centro de la ciudad. 

Cuenta que a la niña, que ahora tiene cuatro años, le afectaba desde que era bebé los ruidos fuertes. "Pensábamos que tenía miedo a los ruidos fuertes como el que producen los secadores de mano, taladros, sopladores, petardos.....", explica. "Pero una noche estuvimos cerca de unos fuegos artificiales y lo pasó fatal, estuvo sufriendo mucho y no sabíamos que hacer porque ella gritaba mucho, se tapaba los oídos...", añade. 

Al final, los médicos diagnosticaron que padecía hiperacusia. "Es el sistema nervioso y todo lo que son sonidos percusivos fuertes, incluso el aire, le molesta", indica Marisa Martínez. Después de asimilarlo "ya  somos conscientes de llevar siempre los tapones y los cascos para los oídos, por suerte no es severo y el día a día se lleva bien". Insiste en que esta campaña es algo que hace "por mi hija en particular pero por todas las personas afectadas y los animales".

Hace alrededor de cinco años, cuando todavía no había nacido la niña, esta vecina ya presentó al Ayuntamiento de Huesca un escrito con la misma reivindicación: "El lanzamiento de cohetes se realiza para ahuyentar a los estorninos pero existen otras maneras menos dañinas para controlar a estas aves", asegura. No tuvo respuesta a su demanda. 

La intolerancia de su hija, que no puede quedarse a jugar con sus amigas de clase en este parque (que está junto a su colegio),  la ha animado a retomar su petición.  "No solo ella se ve afectada; estos estallidos también son perjudiciales para la salud de amplios sectores de la población, incluyendo personas con Trastornos del Espectro Autista (TEA) y Trastornos Generales del Desarrollo (TGD), adultos mayores, personas con enfermedades cardiacas y personas con discapacidad cognitiva", apostilla.

Esta vez, en lugar de dirigirse al Ayuntamiento habló con diferentes asociaciones  que tienen como usuarias a personas a las cuales les puede afectar más el ruido de las explosiones. "No tuve contestación, y como madre pensé que tenía que empezar por algún lado", manifiesta.

Hace unos días decidió iniciar una recogida de firmas en la plataforma Change.org. "Donde más apoyo he tenido es asociaciones animalista, de protección de la fauna", asegura. Según ha dicho, ahora no se va a rendir tan fácilmente porque "el lanzamiento de los cohetes no es algo esporádico y es un método que trastorna a muchas personas y animales diariamente, además de que no tiene ningún sentido, porque ya se ve que no funciona", ha subrayado. 

La petición solicita al Ayuntamiento que considere métodos alternativos para controlar a las aves que no sean perjudiciales para la salud humana ni causen molestias innecesarias.

A través de redes sociales, el Ayuntamiento comunica que se continúa trabajando para controlar la plaga de estorninos: "Avisamos a personas con alta sensibilidad y los dueños de mascotas que tengan en cuenta las afecciones acústicas que pueden producirse hoy y mañana de 17.45 a 18.45 en el parque Miguel Servet y sus inmediaciones". La alerta corresponde al 7 de febrero, miércoles. 

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