Hasta en ocho tramos de la red viaria del norte de la provincia de Huesca hay que utilizar cadenas o neumáticos de inviernos para circular debido a la nieve, que ha vuelto al Pirineo un mes después. En la N-260a hay restricciones desde Asín de Broto hasta Gavín, en ambos sentidos, y también en la N-330a, a la altura de Candanchú. 

 Igualmente, son necesarias las cadenas en la A-2611, a la altura de Espierba y en la A-136, desde Piedrafita de Jaca hasta la frontera con Francia, en Escarilla. En esta misma vía, la DGT alerta del tramo entre Sallent de Gállego y Formigal, donde está prohibido el paso de camiones y autobuses.

En la 2606, desde el kilómetro 5 hasta el balneario de Panticosa, los conductores deben colocar cadenas para circular,  y en el Pueyo de Jaca se recomienda especial prudencia por la presencia de nieve en la calzada. También hay que extremas el cuidado en la A-136, desde Piedrafita de Jaca hasta la frontera. La Dirección General de Tráfico avisa también de lluvias en gran parte de las carreteras de Huesca.

La Agencia Estatal de Meteorología había anunciado a partir del jueves una borrasca procedente del Atlántico que cruzará la Península y Baleares dejando un episodio de viento intenso y lluvias generalizadas con una cota de nieve en torno a las 1.800-2000 metros. Los siguientes días se espera que continúen y, además, las temperaturas también se desplomarán con lo que se esperan que las nevadas se prolonguen.

Las previsiones de la Aemet para este mes de febrero parecen a priori más favorables que las de enero ya que, según la Aemet, serán húmedo o muy húmedo. Hoy por hoy, la superficie nevada medida por satélite en los Pirineos es la más baja de este siglo.