Las estaciones de esquí combaten el calor de enero a la espera de un frente frío
Los empresarios turísticos reconocen que este año el puente de San Valero "se ha notado poco" en los hoteles del Pirineo.
Las estaciones de esquí están viviendo un mes de enero con temperaturas primaverales que han obligado a redoblar los esfuerzos para mantener el máximo de nieve en las pistas, a la espera de un cambio de tiempo que acabe con este anticiclón, previsto para dentro de 10 días.
En esta situación, el puente festivo de San Valero "se ha notado poco", dicen los empresarios turísticos. Se han llenado las segundas residencias en el Pirineo, pero no los hoteles. Jesús Pellejero, presidente de la Asociación de Empresarios del Valle de Tena, reconoce que "no hay ambiente invernal" y cunde "cierto desánimo" en el sector de la nieve de todo el país. También en Andorra. A pesar de ello, asegura, las estaciones mantienen el dominio esquiable, que este lunes en Aragón sumaba 116 kilómetros, con espesores de 15 a 80 centímetros.
"Estamos conservando la nieve que hay a la espera de un cambio de tiempo con un frente frío que puede traer precipitaciones el 6, 7 u 8 de febrero", señala Álvaro Luna, director de Candanchú. La estación del valle del Aragón garantiza la unión desde la cota más alta hasta la más baja, algo que no ocurría a principio de temporada, destacan desde el centro invernal. Prueba de los esfuerzos realizados para mantener las pistas es el trabajo nocturno del equipo de máquinas, que añade nieve de reserva fuera de pistas a los trazados esquiables.
Por su parte, Aramón dispone de 45 km en Formigal y 27 en Cerler, además de mantener abiertas las estaciones turolenses. "Tenemos casi todos los valles funcionando", indicaron fuentes del grupo.
Las temperaturas máximas volvieron el lunes a rondar los 20 grados. Calamocha registró 18 y Teruel, 17; mientras que Sabiñánigo dio 17. La mínima la marcó Benasque con -2.
La temporada de esquí ya empezó tímidamente. En contra de lo habitual, se vivió un puente de la Constitución en el Pirineo sin estaciones por falta de nieve y en las vacaciones de Navidad las pistas estuvieron a medio gas. La campaña se reactivó gracias a la primera nevada importante del invierno, justo después de Reyes. Fue entonces cuando se incorporó la última estación que quedaba por abrir, Panticosa.
