Primeras retenciones en el puerto de Monrepós en la salida del puente festivo
La congestión del tráfico se registra en el 'embudo' del tramo de Lanave, donde la A-23 da paso a la carretera nacional.
La operación salida de tráfico del puente de la Constitución está provocando las primeras retenciones en las carreteras aragonesas. El punto más conflictivo es el puerto de Monrepós, en la A-23, donde desde las 11.15 hay congestión de tráfico con circulación irregular a la altura de Lanave. Primero solo afectaba a un kilómetro, desde el punto 393 al 394, en sentido hacia Jaca, pero luego la cola se iniciaba en el 390, en Belarra.
También hay retención en la carretera N-230 en dirección al valle de Arán. Esta nacional va desde Lérida al Pirineo pasando por la provincia de Huesca. La circulación irregular se produce desde las 13.00 a la altura de Alcampell, del kilómetro 41 al 42. Y ello a pesar de que los vehículos pesados tienen prohibido pasar precisamente para evitar colapsos de tráfico en una vía muy frecuentada por los esquiadores.
El largo puente festivo de cinco días ha provocado que miles de conductores utilicen el principal acceso por Monrepós a los valles del Pirineo. A pesar de que las estaciones de esquí no pueden estrenar la temporada por falta de nieve, la afluencia de turistas es muy importante, a la vista del trafico en la A-23.
Esta situación se repite con frecuencia en el puerto de Monrepós, sobre todo en temporada invernal y principalmente en la festividad en torno a la Constitución. En este macropuente se prevén 700.000 desplazamientos por las carreteras aragonesas, con dos puntos conflictivos, ambos en la provincia de Huesca. Uno es en la N-240, en el tramo Siétamo-Huesca y otro la A-23, entre Lanave y Hostal de Ipiés.
Ambos están pendientes de su conversión en autovía y se provoca un 'embudo' al pasar de una carretera convencional a una autovía. En el caso del puerto de Monrepós, donde se están produciendo las retenciones esta mañana, los conductores se topan con un auténtico cuello de botella al llegar a Lanave, donde todo el tráfico que circula por la autovía se tiene que encauzar a una carretera convencional.
Las obras de este tramo de 8 kilómetros entre Lanave y Sabiñánigo, el único que falta por completar en la A-23 desde Sagunto (Valencia) a Jaca, fueron licitadas por el Ministerio de Transportes en octubre, pero aún habrá que esperar más de cinco años para verlo operativo, pues el periodo de ejecución es de 59 meses, de manera que los atascos en este punto no se resolverán al menos hasta el 2029.
La operación salida de este macropuente se inició a las 15.00 del martes día 5 y concluirá el domingo por la noche, con la previsión de 700.000 desplazamientos. Se ha dividido en dos fases: la primera los días 5 y 6 por el inicio del periodo festivo, y la segunda, el 7 y 8, de cara al fin de semana.
Los horarios con mayor intensidad de tráfico son los siguientes: martes 5 de diciembre, de 16.00 a 21.00; miércoles 6 de diciembre, de 9.00 a 13.00; jueves 7 de diciembre, de 16.00 a 21.00; viernes 8 de diciembre, de 9.00 a 13.00; y domingo 10 de diciembre, de 16.00 a 21.00.
