Desarticulan una red de venta de drogas que había generado gran alarma social en Grañén
La operación Grako se salda con siete detenidos y la incautación de casi 6 kilos de marihuana y 88 gramos de cocaína.
Agentes del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil de Huesca ha conseguido desarticular una compleja red dedicada a la venta de drogas que había generado una gran alarma social en la localidad de Grañén, donde centralizaba su actividad delictiva, ya que entre los compradores había también jóvenes menores de edad.
Los detalles de la operación Grako, que se ha saldado con seis personas detenidas por delitos contra la salud pública y otro por pertenencia a organización criminal, han sido presentados este viernes por el subdelegado del Gobierno en Huesca, José Carlos Campo, el teniente coronel de la Comandancia de la Guardia Civil de Huesca, Francisco Pulido, y el comandante jefe de Operaciones, Óscar Vergara.
Las investigaciones arrancaron a principios de año, al tener conocimiento de la existencia de un punto de venta de cocaína en Grañén que era conocido con el símil del nombre de una conocida marca de comida rápida de recogida en vehículo. A raíz de ello se puso en marcha un dispositivo de vigilancia que tuvo que ser discreto para no levantar sospechas en esta localidad de unos 1.800 habitantes.
Gracias a esas pesquisas, pudieron determinar que se trataba de una organización "perfectamente estructurada y con una división de roles muy clara". Había una cabecilla en Grañén, donde existían dos puntos de venta, y el resto de miembros de la red se dedicaban a la distribución de la droga. Tenían un "núcleo cerrado de compradores" hasta el punto de que "no vendían a cualquiera" por temor a ser descubiertos y detenidos.
Las detenciones se desencadenaron finalmente en pasado 11 de noviembre con cinco registros domiciliarios simultáneos. Dos de ellos se llevaron a cabo en los dos puntos de venta al menudeo de Grañén y otros dos en Huesca y uno más en Zaragoza que actuaban como suministradores de las sustancias estupefacientes.
Para ello desplegaron un amplio operativo con personal de la Unidad de Seguridad Ciudadana de Huesca, Zaragoza y Teruel, del Grupo de Reserva y Seguridad de Zaragoza, del servicio cinológico -con perros expertos en detectar droga y papel moneda-, patrullas de Seguridad Ciudadana de la Compañía de Huesca y la Policía Judicial de Barbastro.
En estos registros aprehendieron distintas cantidades de droga (88 gramos de cocaína, 63 de hachís y 5,95 kilos de marihuana en cogollos), además se sustancias de corte y diversas balanzas de precisión. También intervinieron 39.438 euros de dinero en efectivo, un arma de fuego corta, una defensa extensible, numerosas armas blancas (machetes, dagas, navajas…) y hasta un subfusil simulado de guerra como el que usa el Ejército de Estados Unidos. "Estaban preparados para defenderse", han destacado desde la Guardia Civil.
Por todo lo relatado se procedió a la detención de tres varones y dos mujeres en la localidad de Grañén; y dos varones más en la ciudad de Huesca. Todos ellos tienen edades comprendidas entre 26 y 46 años y entre ellos hay tanto españoles como extranjeros. Tras ser puestos a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 4 de Huesca, decretó prisión provisional para cuatro de ellos y libertad con cargos para los otros tres. Solo dos de los arrestados tenían una actividad laboral reconocida, el resto vivían de los beneficios que ingresaban por el tráfico de drogas.
La operación sigue abierta para tratar de averiguar también de dónde procedía la droga que llegaba a los puntos suministradores de Huesca y de Zaragoza.
