Las lluvias recientes provocan la caída de rocas en la N-260 entre Boltaña y Balupor

Las piedras, del tamaño de una lavadora, ha obligado a cortar a la circulación un carril de la carretera mientras se han prolongado los trabajos de limpieza de la vía.   

Moverse por las carreteras del Pirineo aragonés no resulta ni cómodo ni seguro.
El desprendimiento de la N-260 ha ocurrido a la salida de Boltaña.
Rafael Gobantes

La lluvias caídas durante los últimos días en el norte de la provincia de Huesca han provocado desprendimientos de rocas en varias carreteras. En la N-260, entre entre Boltaña y el túnel de Balupor se ha producido en la mañana de este domingo la caída de piedras sobre la vía. Afortunadamente, no hay que lamentar daños personales, según han informado desde el Gobierno de Aragón. El tamaño de los bloques  que han invadido la carretera es algo menor al de una lavadora. 

Este desprendimiento ha afectado a un carril y, por ello, la circulación en este tramo ha sido  irregular, con retenciones mientras se han prolongado los trabajos para quitarlas rocas por el servicio de mantenimiento. Antes de las 11.00, la calzada ha quedado limpia, según han indicado las mismas fuentes.  

También se ha producido, por el mismo motivo, otro desprendimiento de rocas en Beranuy, en la A-1605,. En este caso, las piedras prestaban un tamaño similar al de un microondas. El Servicio de Carreteras del Gobierno de Aragón está trabajando en su retirada. 

Asimismo, en la carretera A-1512, en el punto kilométrico 54, entre Noguera a Orihuela del Tremedal, en Teruel, igualmente ha ocurrido otra caída de rocas. Se lleva a cabo la limpieza de la calzada. 

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