Borrell defiende el apoyo militar de la UE a Ucrania "y seguir trabajando para lograr una paz justa"

Ha impartido la conferencia inaugural del XXX Curso Internacional de Defensa que se celebra esta semana en Jaca, en la que ha hecho referencia a los retos a los que se enfrenta la política común de seguridad y defensa de la Unión.

Josep Borrell, durante la inauguración del XXX Curso Internacional de Defensa, que se celebra en Jaca.
Josep Borrell, durante la inauguración del XXX Curso Internacional de Defensa, que se celebra en Jaca.
Laura Zamboraín

El Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, ha inaugurado este lunes por la mañana el XXX Curso Internacional de Defensa que va a reflexionar y debatir sobre ‘Los motores del cambio de la Seguridad y la Defensa’. En esta edición, que se va a desarrollar hasta el viernes en el Palacio de Congresos de Jaca, participan unos 170 alumnos.

Borrell ha hablado de los retos de la política exterior y de seguridad de la Unión Europea, centrándose en tres escenarios que afectan dicha seguridad: la guerra de Ucrania, las sanciones económicas a Rusia y el compromiso con el Sahel. Ha defendido el apoyo militar a Ucrania por parte de la Unión Europea, ya que de lo contrario “no se podría defender”, así como “seguir trabajando para que la guerra acabe, pero no de cualquier manera, con una paz justa”. Aunque considera, que por el momento “parece difícil que se inicien negociaciones de paz”.

Igualmente ha asegurado que se necesitan ejércitos europeos “con más capacidad de acción”, pero esto “es más difícil que construir una moneda única como el euro”. Respecto a la ayuda de la UE a Ucrania, ha señalado que es mayor que la de Estados Unidos, con 80.000 millones. En este conflicto “Putin se va a seguir centrando este invierno en las infraestructuras que generan energía, porque “no han ocupado Ucrania, pero la va a seguir destruyendo”, ha asegurado Borrell. 

En su conferencia también se ha referido a las sanciones económicas de la Unión Europea a Rusia prohibiendo la exportación de todo aquello que pueda servir para hacer funcionar su industria militar. “La gran pregunta es si esas sanciones son eficaces”, ha subrayado. La UE ha procurado que Rusia no disponga de lo necesario para fabricar material militar, como por ejemplo, piezas de recambio. “El 90% de la flota rusa de transporte aéreo civil esta parado porque no tienen piezas de recambio, y se trata de cortar su capacidad de producción militar”, añade Borrell.

Y en cuanto a si se ha conseguido, ha reconocido que en parte si y en parte no, no porque “nuestras sanciones no tienen dimensión extraterritorial como las de Estados Unidos”. A este respecto, “consideramos que estas sanciones son contrarias al derecho internacional”, y se puede decir a los sujetos sometidos a la ley de la UE lo que pueden hacer, “pero en el resto “no tenemos autoridad sobre ellos”. Y por ello, “nos enfrentamos a situaciones en las que no se suministra a Rusia, pero se suministra a otros que a su vez suministran a Rusia”. En este sentido destaca el incremento de las exportaciones alemanas a Kirguistán, que “se han multiplicado”, por lo que “no deja de tener alguna relación con las exportaciones de Kirguistán a Rusia”, asegura.

Otro de los retos de la política exterior y de seguridad de la UE al que se ha referido es el que plantea la relación con China. “Debemos recalibrar nuestro acercamiento a China desde los valores de la Unión Europea”. Además, ha hecho referencia a otro escenario geoestratégico al que hay que prestar atención: el Sahel. “Es muy importante impulsar el compromiso de la Unión Europea para asegurar la estabilidad de los países del Sahel”, ha concluido.

La UE como motor de cambio

A continuación, se ha desarrollado una mesa redonda que se ha centrado en la presidencia española del Consejo de la Unión Europea. En ella han intervenido el contraalmirante subdirector general de Planes y Relaciones Internacionales del Ministerio de Defensa, Juan Bautista Pérez Puig, y la catedrática de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad de Zaragoza, Natividad Fernández.

El contraalmirante Pérez Puig se ha referido a dos objetivos básicos: “Preservar la cohesión europea y proyectar estabilidad en nuestro entorno utilizando los valores de la sociedad europea”.

El ponente ha hablado de cuatro líneas básicas para llevarlos a cabo. Una primera, dotar de más capacidad de acción a la Unión Europea. También ha incidido en la protección espacial y marítima de Europa y en la importancia de los partenariados. “Para proyectar estabilidad alrededor de Europa es necesario crear partenariados con socios en esas áreas como los que se están llevando a cabo en África, en Asia y en Iberoamérica”.

Por último, ha señalado el contraalmirante Pérez Puig, “si queremos mantener la influencia global de la UE, se tiene que notar que Europa no solo acaba en nuestras fronteras, sino que tenemos objetivos de corte global como el cambio climático”.

Por su parte, Natividad Fernández ha destacado la capacidad real de la Unión Europea como motor de cambio de la seguridad y la defensa. Fundamentalmente porque son los estados los que llevan a cabo esa política y no la Unión Europea. Ha señalado que llevamos 30 años intentando dar forma a la política común de seguridad y defensa, pero los desafíos para llegar a acuerdos relevantes que la impulsen de forma decisiva son difíciles.

Esto se produce, según la ponente, porque “somos 27 estados, cada uno con sus intereses, sus amenazas y su manera de operar los ejércitos y no hay culturas estratégicas comunes. Además, hay intereses económicos encontrados para desarrollar una industria de defensa, lo que no facilita conseguir ese objetivo”.

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