Así bailan las estrellas más brillantes en las noches del 12 y 13 de agosto en San Lorenzo
La lluvia de las Perseidas alcanzará su pico máximo del 12 a 13 de agosto. Este año, la luz de la luna no impedirá su observación.
El cielo está lleno de estrellas y sorpresas durante las noches de verano y, especialmente, en las fechas más próximas a la festividad del 10 de agosto, cuando las Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo surcan el espacio estelar.
Juan Castiella, de la Agrupación Astronómica de Huesca, comenta que contemplar el cielo nocturno desde un lugar sin contaminación lumínica es "un espectáculo gratificante". Desde la antigüedad el firmamento se ha dividido en constelaciones, repartiendo las estrellas en asociaciones imaginarias con nombres vinculados a veces a la mitología. Algunas pueden verse todo el año, pero otras son solo visibles durante algunos meses.
En agosto, el cielo tiene constelaciones típicas del estío. Castiella explica que hacia el horizonte sur pueden verse las de Escorpio y Sagitario y sobre Huesca están tres estrellas muy brillantes, Vega, Deneb y Altair que pertenecen a las constelaciones de la Lira, el Cisne y el Águila respectivamente. Forman el Triángulo de verano y las dos primeras protagonizan una de las historias de amor más apasionadas de la bóveda celeste, conocida como la Leyenda de Tanabata y que se celebra en Japón, China y Corea.
Según el folclore oriental, una princesa que tejía las más bellas prendas y un pastor de bueyes se enamoraron tanto que olvidaron su obligaciones. El padre de ella, el rey del cielo, se enfadó, los convirtió en estrellas y los separó. Cada uno quedó a un lado de la Vía Láctea.
Ante la tristeza de su hija accedió a que pudieran encontrarse una sola noche al año y en el séptimo día del séptimo mes, en un fecha que varía según los calendarios y los años, una bandada de urracas forma con sus alas un puente sobre el río que componen 100.000 millones de estrellas, polvo y gas para que los amantes estén juntos.
Leyendas aparte, las estrellas y constelaciones ayudan a leer el cielo. Castiella señala que al dirigir los ojos hacia Sagitario, estamos mirando en dirección al centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea.
Recuerda que en las noches alrededor de la festividad de San Lorenzo se produce una lluvia de estrellas fugaces, las Perseidas. "Su rastro luminoso puede observarse en cualquier punto de la esfera celeste, pero si prolongamos esas líneas brillantes hacia atrás, parece que provengan de la constelación de Perseo", dice.
Para esta y cualquier observación de lluvia de estrellas, lo mejor es ponerse cómodo y llevar alguna prenda de abrigo, aunque sea verano. "Alrededor de Perseo están las constelaciones de Andrómeda, Casiopea, Cefeo y Pegaso, cuyos nombres provienen de una leyenda de la mitología griega, en la que Perseo llega volando sobre el caballo alado Pegaso para salvar de un monstruo marino a la princesa Andrómeda, hija de los reyes Cefeo y Casiopea".
