Luz Casal repite éxito en Pirineos Sur 30 años después

Aún es recordada la entrada de Luz Casal al escenario de Pirineos Sur, cuando en 1992 el festival oscense celebraba su primera edición. La cantante gallega se encontraba casi en el pico de popularidad de su carrera y sorprendió con su llegada en velero sobre el pantano de Lanuza. Un golpe de efecto, rematado por una actuación, todavía memorable.

Este domingo, y 30 ediciones más tarde, volvió a aparecer en el anfiteatro de la misma manera, ante el asombro de los asistentes, para certificar su excelente estado de forma, y presentar su nuevo disco 'Hola, qué tal', ya casi recibido como un nuevo clásico. De este modo, se repasarán algunos de esos temas que han marcado a varias generaciones.

La artista coruñesa recibió el viernes el IX Premio Pirineos Sur ‘Cultura e integración’ por su compromiso humanitario y social a través de la música. Así pues, Casal apostó desde el comienzo por su vigoroso presente, con la delicada 'Las ventanas de mi alma' y la potente 'La inocencia'. La gallega comenzó el recital parapetada tras una cortina de hilos que funcionaban como pantalla para las proyecciones. Un arranque que pronto derivó en un enérgico directo y en un público totalmente entregado a la artista.

Así llegando a la recta final, la Luz Casal de los medios tiempos se convirtió en la Luz Casal rockera. Así pues, 'Rufino', 'Loca' y 'Pedazo de cielo' sonaron "directas y llenas de fuerza", señalan los organizadores del festival. En él se vio a una artista que iba de un lado a otro en el escenario, que se contorsionaba y se dejaba la garganta en cada estribillo, para delirio de Lanuza. 

Tras ese momento, la gallega abandonó el escenario para dar paso a los bises. Vestida de blanco impoluto se dispuso a entregar, según los espectadores "uno de los mejores momentos de la noche y del festival". Entre estos espectáculos destacaron 'Piensa en mí', Negra sombra', 'Suave es la noche' y, por supuesto, 'Te dejé marchar', que cerró el concierto. 

Previamente, la emoción se palpó desde que una delicada Valeria Castro apareció en el escenario flotante de Pirineos Sur. La artista canaria iluminó el atardecer de Lanuza con una entrañable sonrisa que no desapareció durante todo su show y con unas canciones para muchos "resplandecientes".

Así se cerraba el tercer y penúltimo fin de semana de la edición 30 de Pirineos Sur, que concluirá con los conciertos de Rozalén y Silvana Estrada el jueves 27 de julio, Alborosie y Shengen Clan, y Jahsta y Conscious Vibes Band el viernes 28 y, finalmente, ZAZ y Luisa Sobral el sábado 29 de julio.