Atracciones extremas en plena naturaleza: de la tirolina de Fiscal al columpio de Hoz de Jaca

El éxito de estas instalaciones ha animado a promover nuevas experiencias, como la que se podrá probar la próxima semana en el valle de Tena.

Dos turistas lanzándose desde la tirolina de Hoz de Jaca, donde esta próxima semana se estrenará el columpio extremo.
Dos turistas lanzándose desde la tirolina de Hoz de Jaca, donde esta próxima semana se estrenará el columpio extremo.
Laura Zamboraín

Es solo un cable de acero, tendido en altura, que mediante una polea permite deslizarse por la fuerza de la gravedad. ¡Pero cuántas emociones promete! Pura adrenalina, el placer del riesgo, la impresión de volar como un pájaro, de ver lo que ve un dron, de colgarse en el aire en plena naturaleza. Todas estas sensaciones captan cada año a miles de visitantes que se atreven a ponerse un arnés y lanzarse por una tirolina de 1.000 o 2.000 metros. Desde que en 2016 se inauguró la de Hoz de Jaca, han surgido otras instalaciones similares, en Fiscal y en Fuentespalda, que han abierto el camino a atracciones igual o más extremas.

Desde septiembre, la oferta turística del valle de Tena sumará a la tirolina un columpio extremo, promovido por la misma empresa. Es el más difícil todavía. Suspendido a 150 metros sobre el embalse de Búbal, tendrá un vuelo dirigido de 60 metros. Y la cosa no queda aquí. Sin salir de este valle, el Ayuntamiento de Panticosa, animado por el éxito de las pasarelas sobre el río Caldares, proyecta el tobogán de montaña más grande del país y uno de los más largos del mundo, con un recorrido de 3.377 m, una pendiente media del 21% y un desnivel de 711 m entre la estación de esquí y el pueblo.

Todas son atracciones relacionadas con el turismo activo, aunque algunas ni siquiera ha dado tiempo a incluirlas en el anexo actualizado en 2021 de la normativa aragonesa. Sí están las tirolinas, definidas como "una actividad realizada en una estructura formada por una polea suspendida por cables montados en un declive o inclinación".

Fiscal estrenó en 2021 su atracción de 2 kilómetros, con un desnivel de 400 metros, y pocos meses después batió el récord de velocidad.
Fiscal estrenó en 2021 su atracción de 2 kilómetros, con un desnivel de 400 metros, y pocos meses después batió el récord de velocidad.
Elena Jal

Jorge Rabal, el empresario de Sobrarbe que promovió la tirolina de Fiscal, rechaza la comparación con un aparato de feria o con un parque de atracciones al uso en Madrid o Zaragoza. "Son cosas distintas. Aquí hay una aproximación a la montaña. No solo es bajar, es todo lo que lo rodea". Más parecido, en su opinión, a un descenso de barrancos.

Esta atracción se estrenó en el año 2021, aún en pandemia. Con una longitud de 2.036 metros, 400 metros de desnivel y un 20% de pendiente media, en principio permite alcanzar una velocidad de entre 130 y 160 kilómetros por hora. Es oficialmente la más rápida del mundo. Poco después de abrir, Rafael García, paracaidista profesional, batió el récord mundial de velocidad con 189 km/h, logro que según la empresa la situó entre las cinco más importantes del mundo.

Parte de la experiencia de la atracción de Fiscal es una ruta guiada de 20 minutos donde se explica la geología, el declive demográfico de esta zona de Sobrarbe, la declaración como Reserva de la Biosfera... Está cerca del núcleo deshabitado de Bergua, que llegó a quedar vacío, pasó por la etapa de la ocupación neorural y hoy cuenta con muchas casas abiertas de segunda residencia.

EN VÍDEO: La oferta turística del valle de Tena sumará a la tirolina un columpio extremo en Hoz de Jaca. Es el más difícil todavía. Suspendido a 150 metros sobre el embalse de Búbal, tendrá un vuelo dirigido de 60 metros. Las imágenes de prueba previas dan medida de la diversión que ofrece la nueva atracción en medio de la naturaleza.

Once años de proyecto

Rabal empezó a esbozar el proyecto en 2010 y no abrió hasta once años después. Es su tercera temporada, una etapa insuficiente para analizar la evolución, y más tras salir de una pandemia. "Había gente que me decía: ‘Esto te va a durar un año y luego la gente se va a cansar y no va a ir’. Pero la experiencia en la tirolina cambia de una vez a otra, la luz es diferente, el paisaje, un elemento fundamental en la actividad, también es diferente. Muchos repiten".

Los clientes son sobre todo nacionales. Llegan de Barcelona, Madrid, Zaragoza, Valencia y País Vasco. Algunos aprovechan que pasan unos días de vacaciones en la zona de Jaca o en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido pero otros vienen de propio de Estados Unidos a probar la actividad, sin duda atraídos por el récord de velocidad (189 km/h) batido poco después de la inauguración.

Columpio extremo de Hoz de Jaca
Columpio extremo de Hoz de Jaca
José Luis Salicio

¿Qué buscan los clientes?

Pero, ¿qué buscan los clientes? ¿Qué lleva a alguien a lanzarse por un cable de 2 kilómetros suspendido en el aire, donde puede alcanzar una velocidad de más de 100 km/h? ¿Emociones fuertes, el placer del riesgo, una descarga de adrenalina? El empresario asegura que muchas veces esta es la motivación, pero otras se ve como un medio para quitarse las fobias a volar o el vértigo. "Luego están muy agradecidos porque es muy segura y disfrutan muchísimo", afirma, ya sea una familia o amigos de una despedida de soltero. 

En todo caso, el común denominador es, según Rabal, una aproximación diferente a la naturaleza. Precisamente este emplazamiento las hace muy vulnerables a la meteorología. "Somos muy dependientes del medio natural, en función del viento se adaptan las velas para llevar una velocidad u otra a la llegada, y el tiempo nos condiciona", dice.

Los promotores no lo tienen fácil para superar la criba de los permisos ambientales, como demuestra el caso del fallido proyecto de Alquézar. La construcción de una tirolina sobre el barranco del río Vero, de 2,5 kilómetros de longitud, se topó con la oposición vecinal y con la negativa de las autoridades, que concluyeron que tendría "efectos negativos" sobre el paisaje. Por eso, quienes han optado por estos negocios buscan, además de una ubicación accesible en la salida y en la llegada, zonas que no estén dentro de figuras de protección ambiental.

Un impacto controlado

El empresario de Fiscal defiende que el impacto está muy controlado a la hora de su construcción y en el desarrollo de la actividad. «El cliente está muy dirigido, no se sale del camino», afirma. Él defiende que son negocios que generan empleo y sinergias con otros ya existentes, de alojamiento o restauración. "La gente come en Fiscal, duerme en un albergue, vuelven, hay quien incluso se compra una casa. No solo es el impacto del empleo, va mucho más allá".

La tirolina de Fiscal tiene una plantilla de 14 trabajadores. Tanto los que están en la salida como en la llegada son guías titulados de montaña. Precisamente, la dificultad para encontrar empleados cualificados ha puesto en apuros a la de Fuentespalda, en la provincia de Teruel, que ha reducido las horas de apertura y bloqueado las contrataciones por internet para evitar ‘overbooking’. Mario Adell, uno de los impulsores del proyecto, dice que necesitaría al menos "cuatro o cinco personas" para trabajar de jueves a domingo y poder dar un servicio que les resulte rentable esta temporada.

Negocios como el de Fuentespalda o el de Fiscal buscan la diferencia, una oferta singular. La tirolina más rápida, la más larga, la de mayor desnivel... El objetivo es captar clientes. Porque, aunque a simple vista la instalación pueda parecer simple, la inversión es muy cuantiosa. En Fiscal alcanzó los 800.000 euros.

Una persona preparada para lanzarse en la tirolina doble de Fuentespalda
Una persona preparada para lanzarse en la tirolina doble de Fuentespalda
Laura Uranga

El valle de Tena es un ejemplo de esta apuesta por las atracciones extremas. La nieve es el recurso fundamental en invierno, pero en verano hay que diversificar. La empresa Tirolina Valle de Tena, promotora de la primera que se abrió, inaugurará la próxima semana un columpio extremo. Por la actual instalación pueden llegar a pasar en un día 200 personas, que vuelan sobre el embalse de Búbal. "La gente busca cosas divertidas, de mucha adrenalina y además que sean únicas", como es el caso, señala José Luis Salicio, uno de los socios. "Una vez finalizado el recorrido tienen una sensación de placer, de que lo han conseguido... La gente viene a cien, siempre con una sonrisa en la cara", asegura. Aún reconociendo que antes de tirarse puede dar algo de respeto, una vez que han probado, "mucha gente repite y trae a amigos, familiares...". "Quieren emociones, cosas nuevas, pasarlo bien, una nueva experiencia".

El ejemplo del valle de Tena

El valle de Tena es único en este tipo de instalaciones. Aunque Salicio reconoce que estuvieron buscando otras ubicaciones fuera, "lo teníamos todo en casa". También tuvo que ver que la alcaldesa les dio "todo tipo de facilidades, y eso ayuda mucho".

Pura adrenalina en el descenso de la tirolina de Fiscal.
Pura adrenalina en el descenso de la tirolina de Fiscal.
Elena Jal

Lo cierto es que los usuarios de la tirolina de Hoz de Jaca acaban encantados. "Es una experiencia muy bonita, no asusta tanto como lo que parece al principio y muy recomendable", dice Juan Beltrá, un turista de Alicante que por primera vez la probaba con su hija. "Trabajé un invierno en esta zona y la conozco, suelo venir a menudo y ahora con mi familia". Fue uno de los planes de sus vacaciones. Para él es una experiencia como de andar por casa, "porque ya he practicado la escalada, el esquí o el alpinismo".

Otras personas llegan para vivir su momento más al límite. "Nos habían hablado de la tirolina y por fin hemos podido venir", explica Mari Carmen Osona, del País Vasco. Sus dos hijas la han probado, "quedábamos mi marido y yo, y nos ha encantado". Reconoce que le gustan "las emociones fuertes". "Al principio da un poquito de miedo, luego se hace corto. Parece mentira que en lugares así tan pequeños existan instalaciones como esta", subraya.

El columpio de Hoz de Jaca, en pruebas
El columpio extremo de Hoz de Jaca, en pruebas
Heraldo.es

Y ahora, el columpio

La idea de desarrollar esta atracción en plena naturaleza nació de la ilusión de los dos socios promotores de hacer algo novedoso, que se saliera de lo normal. "Es una forma de atraer público, que el valle de Tena sea un lugar de encuentro para cosas especiales". Pero la oferta de emociones fuertes no podía quedarse en la tirolina. Por eso emprendieron el nuevo proyecto del columpio extremo y, según adelanta Salicio, «hay más ideas para la zona, que se anunciarán en su debido momento».

La oferta turística de Hoz de Jaca se incrementará a partir de la próxima semana con esa nueva atracción, única en el mundo en sus características. Su estreno se ha retrasado más de lo que esperaban los empresarios, señala José Luis Salicio. Faltaba el motor de arrastre para recuperar a los clientes, que ha llegado esta semana y ya se ha iniciado su instalación. También hay que realizar pruebas y sobre todo la apertura dependerá de la meteorología.

Será un tobogán monorraíl como el de la imagen, que corresponde al de Mountain Coaster ‘Revelstoke’ de Canadá. Este es de menores dimensiones: 1,4 km y una velocidad de hasta 42 kilómetros.
Será un tobogán monorraíl como el de la imagen, que corresponde al de Mountain Coaster ‘Revelstoke’ de Canadá. Este es de menores dimensiones: 1,4 km y una velocidad de hasta 42 kilómetros.
I+C

La nueva instalación, con una inversión de 800.000 euros, está suspendida a 150 metros sobre el embalse de Búbal y tendrá un vuelo dirigido de 60 metros. La estructura mide 32 metros y es el único columpio extremo colgado de un acantilado. "Hay dos grandes en China y Nueva Zelanda, pero como este, en un acantilado y en la roca, ninguno, por lo que es único en el mundo", destaca Salicio. Aún no se ha puesto en marcha y ya ha generado muchísima expectación. "La gente pregunta, podríamos haber hecho una lista de reserva, pero no, habrá que esperar a que esté en funcionamiento".

Se ubica junto al mirador de Hoz de Jaca, donde también está la tirolina, de manera que ambas atracciones se complementarán. "El columpio será un poco más extremo", avisa el empresario.

Otro proyecto de estos promotores, en este caso en Piedrafita de Jaca (Biescas), es un tren turístico, una iniciativa que está parada, a la espera de poner en marcha el columpio. Consiste en la instalación de vías y andenes para un tren de vagones que realizaría un trayecto de 3 kilómetros por una pista existente conduciendo a los turistas desde la estación de origen, ubicada junto al parque faunístico de Lacuniacha, hasta una parcela acondicionada como merendero y mirador del valle de Tena, desde la cual parten varias pequeñas rutas senderistas accesibles a todos los públicos.

El tobogán de 3 km

Y sin salir del valle de Tena, el Ayuntamiento de Panticosa ha dado los primeros pasos para contar con un atractivo exclusivo que ayude a desestacionalizar el turismo. Animado por el éxito de las pasarelas sobre el río Caldares, proyecta un tobogán de montaña pionero en España, por su longitud y desnivel. El cambio climático puede afectar al sector de la nieve y es necesario diversificar, justifica. 

Sería uno de los mayores del mundo hasta la fecha, aseguró a este periódico Gregorio Clemente, director gerente de I+C Ingeniería, empresa especializada en transporte por cable de personas, que ha realizado el proyecto. Solo existen dos en el país, más pequeños, en el parque Senda Viva (Navarra) y en una zona de ocio para no esquiadores en Sierra Nevada (Granada).

Tendría un recorrido de 3.377 m, una pendiente media del 21% y un desnivel de 711 m entre la estación de esquí y el pueblo. El estudio de impacto ambiental justificó la infraestructura como un elemento dinamizador de la economía local y comarcal, diferenciadora de la oferta turística y que permite desestacionalizar el sector, más allá de la temporada de esquí. Responsables municipales ya han conocido otras instalaciones similares de Europa, como el Lou Bac Mountain, en los Angles (Francia), inaugurada en el verano del 2021, de 2,5 kilómetros y 450 m de desnivel.

Ahora solo están pendientes de encontrar financiación, y para ello han solicitado dinero de los fondos europeos dentro de la convocatoria de los planes de sostenibilidad turística. Y es que la inversión ascendería a 1,9 millones de euros, a la que sumar la obra civil y el IVA. En total, 4,5 millones. Sería una experiencia, indica el proyecto, "de alta adrenalina para los más osados, y más calmada para quienes lo prefieran".

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