El bajo caudal del río Aragón hace encallar a las navatas de Hecho y endurece el descenso

Los navateros se han tenido que afanar al máximo para completar la bajada, que ha durado una hora y media cuando en 2022 se pudo hacer en solo 20 minutos.

El bajo caudal del río Aragón-Subordán ha endurecido este año el descenso de las navatas de Hecho, que han encallado en algunos tramos.
El bajo caudal del río Aragón-Subordán ha endurecido este año el descenso de las navatas de Hecho, que han encallado en algunos tramos.
Chus Zamboraín

Con mucho esfuerzo, despacio y con retraso. Así han descendido las dos navatas de la Val D´Echo el río Aragón Subordán este domingo por la mañana. La falta de agua ha complicado la bajada, ya que ha habido zonas en las que las embarcaciones han encallado y ha obligado a los navateros a exprimirse al máximo. Pese a los contratiempos, al final han podido completar los tres kilómetros de recorrido, desde la glera del Molino hasta el Puente Viejo, llevándose el aplauso del numeroso público.

El descenso del año pasado fue muy rápido, de unos 20 minutos, pero en esta ocasión se ha prolongado hasta hora y media precisamente por la escasez de agua. "El sábado cayó una tormenta y repuntó el río, pero aun con todo, las navatas han bajado despacio y eso ha hecho que en zonas con una lámina de agua más escasa se hayan atrancado”, ha explicado Gema Fondevila, de la Asociación de Navateros de la Val d´Echo. 

Los navateros se han tenido que afanar al máximo para completar la bajada, que ha durado una hora y media cuando en 2022 se pudo hacer en solo 20 minutos.

La jornada festiva comenzó a las 12.00, aunque desde primera hora los navateros han ultimado los detalles para que todo estuviera a punto para el descenso. Llevan trabajando meses, ya que en febrero empezaron a coger la verga con la que se anudan los troncos, que se retuerce y se deja en agua, hasta unas tres o cuatro semanas antes de la bajada. La madera de las navatas se guarda entre dos y tres años, hasta que se seca, pero la verga hay que cambiarla cada año.

En esta ocasión han participado dos navatas de cuatro trampos cada una, con ocho navateros por embarcación. De ellos, tres han sido “novatos”, chavales que han bajado por primera vez, renovando así la generación "y lo han hecho muy bien”, ha destacado. 

Esta XIV edición ha sido especial ya que con motivo de la declaración de esta tradición como Patrimonio Cultural Inmaterial por la Unesco, también se ha llevado a cabo un homenaje a la Asociación de Navateros de La Val D´Echo, que ha recuperado este antiguo oficio de transportar la madera extraída de los bosques chesos por el río.

Por ello, durante el fin de semana se han celebrado diversas actividades, entre ellas la entrega de una placa cerámica por parte del Ayuntamiento de Hecho a los navateros, con la nueva denominación del puente sobre el Aragón Subordán, que se llama ‘Puen de los Navateros de la Val d’Echo'.

Además, tanto el sábado como el domingo ha estado abierto un Mercado de Gastronomía y Artesanía, en la plaza del Ayuntamiento, con 35 productores locales de España y Francia de cervezas, quesos, foie, vinos, repostería y cestería, entre otros. Una visita guiada a la zona de trabajos de los navateros, juegos tradicionales, la actuación del Grupo China Chana y la degustación de migas han completado el programa festivo.

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