turismo

Pistoletazo a la campaña de aguas bravas en los ríos Gállego y Ésera

Las perspectivas son optimistas, con bastantes reservas para Semana Santa, y confían en que la primavera deje suficientes lluvias. 

El río Gállego ya ha inaugurado la temporada de rafting.
El río Gállego ya ha inaugurado la temporada de rafting.
Rebeca Cardenas Sanchez

Llega la Semana Santa y arranca oficialmente la temporada de aguas bravas en la provincia de Huesca. El río Gállego, en La Hoya, ya ha visto disfrutar de los primeros descensos de rafting y este jueves se inaugurarán también en el Ésera, en Ribagorza.

Por ahora las perspectivas son optimistas y confían en que la primavera deje suficientes lluvias para llenar los embalses y que la campaña se pueda alargar hasta el Pilar. Algo que beneficiaría a otros sectores "porque somos el reclamo a partir del cual se llenan luego restaurantes y alojamientos", subraya Gustavo Ortas, de UR Pirineos, una de las cuatro empresas de Murillo de Gállego especializadas en actividades acuáticas.

Allí, el estreno está siendo positivo. Empezaron para San José y en la última semana han tenido ya un "goteo constante" de grupos de viajes de estudios de Almería, Toledo o País Vasco. Confía en que la Semana Santa deje también muchas reservas, "aunque es un momento muy fluctuante porque depende de si la gente aún va a la nieve a esquiar o no", aclara.

En estas primeras semanas, el Gállego tiene caudal más que suficiente para practicar las actividades sin problemas. "Tenemos una lámina de agua buena", asegura Ortas. Y espera que en los próximos meses se haga "una buena gestión de los recursos hídricos" para garantizar la campaña. No obstante, reconoce que hay incertidumbre por la escasez de nieve y de lluvias. "Queda mucha primavera por delante y por la experiencia de otros años hemos visto algunas que han sido muy secas pero luego han llegado lluvias de golpe en junio que han restablecido los pantanos", recuerda.

Mientras, el río Ésera tiene hoy por hoy "mejores caudales incluso que otros años a estas alturas", afirma Josero Martínez, de Éseraventura, una de las ocho empresas de aguas bravas de esta zona de Ribagorza. Sin embargo, cruza los dedos para que llueva en primavera, "porque después del invierno que hemos tenido, es todo bastante incierto". Y agradece la colaboración que están encontrando en los últimos años para las sueltas de agua, "porque esta es una actividad que genera riqueza y muchos empleos y mueve la economía directa e indirecta".

Las agradables temperaturas de los últimos días han hecho repuntar las reservas de descensos para esta Semana Santa, que en su caso son superiores a otros años. "Parece que la gente está un poco más animada", se congratula.

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