El desmantelamiento de Inquinosa empezará por fin este año y se hará por fases

Aragón es un referente internacional en investigación, control y gestión de la contaminación del lindano, cuyos emplazamientos se encuentran en Sabiñánigo, donde la antigua fábrica de Inquinosa estuvo vertiendo toneladas de residuos tóxicos de este pesticida entre 1975 y 1989. Y pese a que el problema está controlado tras haber invertido más de 85 millones de euros en los últimos 30 años, queda mucho trabajo por hacer. Este año hay 6 millones de euros presupuestados y se estima que se necesitarán 400 para para revertir definitivamente toda la contaminación.

Los asistentes al XIV Foro Internacional de Lindano y Pesticidas celebrado esta semana en Zaragoza visitaron este viernes los vertederos de Bailín y Sardas así como el laboratorio de Pirenarium, primer centro de referencia internacional para la descontaminación de residuos de lindano, dotado con las tecnologías más avanzadas en la detección de HCH. Gracias a él, hay un control instantáneo y diario de las muestras, evitando el riesgo de contaminación en el suministro de agua potable. En 2022, se realizaron más de 6.000 analíticas en estas instalaciones.

Los asistentes a este foro, más de 300 personas de 44 nacionalidades, aseguraron que el trabajo que realiza Aragón es "magnífico" y podría ser replicable en otras regiones, no sólo de España, sino del mundo, "porque lo que se hace aquí sirve de modelo".

En la actualidad se realizan dos tipos de actuaciones. La primera, de control, que está totalmente estabilizada ya que desde 2014 no ha habido ningún análisis del río Gállego que supere los límites establecidos para el agua de boca. Y paralelamente se avanza en otras cuestiones, como la investigación que continúa, o en el desmantelamiento de la fábrica de Inquinosa, que comenzará por fin este año.

Para facilitar estas labores, están a punto de finalizar las obras del nuevo vial de acceso a la fábrica, que comenzaron en septiembre. Con él, «será todo más ágil», resaltó el director general de Cambio Climático, Carlos Gamarra.

Falta investigar la situación de los terrenos

En primer lugar se llevará a cabo el desmantelamiento de los edificios, que se licitará en distintas fases y dependerá de la disponibilidad de fondos. Posteriormente, «será necesario investigar cuál es la situación del terreno debajo de los propios edificios, porque actualmente no pueden entrar las máquinas de sondeo», explicó la jefa del Servicio de Suelos Contaminados, Elena Cano. En función de ello «se aplicarán las distintas técnicas que sean necesarias para descontaminar el emplazamiento de Inquinosa».

Mientras, los trabajos en los vertederos de Bailín y Sardas serán "más complicados", ya que existe un volumen muy importante de residuos, alrededor de 60.000 toneladas en cada uno de ellos.

"La contaminación está controlada y contenida, pero hay mucho trabajo que realizar en cuanto a la limpieza de las zonas de suelo que está afectado", advirtió Elena Cano. En las labores de control e investigación participan distintas empresas aparte del Gobierno de Aragón, en torno a 45 personas.

Una de las actuaciones más costosas ha sido el desmantelamiento del antiguo vertedero de Bailín y la creación de la nueva celda de seguridad.