El Ministerio licita por 3,3 millones una vía ciclista segura entre Sabiñánigo y Jaca

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana acaba de sacar a licitación por casi 3,3 millones de euros -financiados con los fondos europeos Next Generation- el contrato para rehabilitar el firme e implantar una vía ciclista en el tramo de 9,5 km de la N-330 entre Sabiñánigo y Jaca. El plazo de ejecución serán de 20 meses. El Mitima estudia un proyecto muy similar para el trayecto de la N-330 entre Villanueva de Gállego y Zuera.

Responde así a una petición que formularon los ayuntamientos de Jaca y Sabiñánigo en marzo de 2017 para incluir este tramo en el plan de Rutas Ciclistas Protegidas ya que con su conversión en vía de servicio con la apertura de la A-23 había aumentado su uso por parte de deportistas y aficionados, atraídos principalmente por la popular marcha cicloturista Quebrantahuesos.  

Este proyecto constituye una novedad porque prevé la implantación de un carril bici en una carretera convencional interurbana, limitando la velocidad de circulación de vehículos a 50 km/h y dotando al tramo de señalización horizontal y vertical adecuada para garantizar que las vías ciclistas tengan prioridad sobre el tráfico general que circula por la calzada en las intersecciones y accesos de la carretera.

Las actuaciones se sitúan entre Sabiñánigo y Jaca (p.k. 633,240 a p.k. 642,790 de la N-330). Se contempla en primer lugar la completa rehabilitación del firme, que se encuentra en mal estado por sus 20 años de antigüedad. Además, se reducirá el ancho de los carriles de vehículos de 3,5 a 3 metros para poder implantar un carril bici a cada lado de 1,5 metros cada uno con balizas flexibles de separación resistentes al atropello, pintura antideslizante de color rosado y señalización vertical. Y en la glorieta del punto kilométrico 636,100 se instalará alumbrado con puntos de luz fotovoltaicos con sistema de apagado y encendido autónomo. 

Con todo ello se intensificarán las medidas de seguridad que ya se están aplicando en esta ruta: señalización; disminución temporal del límite de velocidad;  más vigilancia para cumplir las normas, especialmente las relativas a las distancias laterales en adelantamientos; el refuerzo de las patrullas de la Guardia Civil en los meses de julio y agosto; los controles preventivos de alcohol y drogas; o la intensificación de la vigilancia aérea durante las mañanas de los sábados y domingos.