El Ministerio rechaza iluminar un cruce peligro de Benabarre por el gasto energético

CHA solicitó esta medida en el Senado y considera "sorprendente y lamentable la respuesta, excusas para no mejorar la seguridad vial, que consideramos una prioridad absoluta", según José Antonio Pueyo.

Acceso a Benabarre en la intersección entre las carreteras N-230 y N-123.
Acceso a Benabarre en la intersección entre las carreteras N-230 y N-123.
Mitma

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha rechazado la petición formulada por CHA a través del grupo de Compromís en el Senado para iluminar el cruce de la intersección de la N-230 y la N-123 en Benabarre debido al gasto energético que supondría. Desde Chunta sostienen que la visibilidad es insuficiente y piden también ubicar un radar disuasorio informativo.

Según Chunta Aragonesista, la accidentalidad de la N-230 en el tramo comprendido entre los puntos kilométricos 63,4 y 65,4, que engloba la zona de influencia de la intersección con la N-123 en Benabarre, así como accesos a diversas propiedades incluyendo una estación de servicio, acumula en los últimos cinco años un total de nueve accidentes con un balance de cinco víctimas mortales, dos heridos graves y 17 leves.

El pasado mes de diciembre de 2021, el Ministerio puso en servicio la remodelación de esta intersección tras una inversión de 130.000 euros con el objeto de mejorar las condiciones de seguridad vial, ampliando las distancias de visibilidad y actualizando la señalización de un tramo que atraviesan una media de 2.000 vehículos diarios.

Desde Chunta avisaron en su momento de que la remodelación era "insuficiente", y por ello tras un grave accidente ocurrido a principios de agosto, volvieron a solicitar al Ministerio la iluminación del cruce y un radar disuasorio informativo para conseguir que se respeten las limitaciones de velocidad, que en este tramo de 600 metros se ha establecido en un máximo de 60 km/hora, "cuando en el resto es de 80 km/hora”, explica José Antonio Pueyo, presidente de CHA-Ribagorza.

La respuesta del Ministerio, con fecha 29 de septiembre, afirma que "respecto a la iluminación, se indica que en estos momentos de crisis energética no se considera imprescindible, toda vez que la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial prescribe que en todo momento el usuario de la vía debe adaptar las condiciones de circulación a las características de esta”.

José Antonio Pueyo considera “sorprendente y lamentable la respuesta, excusas para no mejorar la seguridad vial, que consideramos una prioridad absoluta, ya que tanto la iluminación como el radar fijo o disuasorio que hemos solicitado se podrían alimentar con placas fotovoltaicas, en vez de conformarse con trasladar la responsabilidad a los conductores en un cruce que los datos demuestran que es peligroso”.

Y advierte de que ese riesgo crecerá con el aumento de la circulación derivado del nuevo cierre de la N-260 entre Campo y Seira el próximo día 17 de octubre, con motivo de las obras de acondicionamiento, "a lo que se suma al tráfico creciente también cuando se produzca la apertura de la estación de esquí de Baqueira-Beret”, concluye Pueyo.

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