Seis valiosas tallas de alabastro viajan de Huesca a Bélgica para una exposición

Las obras se cargaron en un transporte especial, y bajo escolta policial partieron el viernes hacia Lovaina. Proceden del Museo Diocesano, la catedral, la excolegiata de Bolea y el Museo de Huesca. 

Embalaje de una de las esculturas cedidas a la exposición.
Una de las esculturas cedidas a la exposición es sacada de la capilla.
Museo Diocesano

Seis valiosas tallas de alabastro de la catedral de Huesca, el Museo Diocesano y la colegiata de Bolea viajan en un transporte especial con destino a la ciudad belga de Lovaina, cedidas por el Obispado para una muestra sobre la escultura de alabastro europea desde la Edad Media al Barraco. Junto a ellas van también algunas obras cedidas temporalmente por el Museo de Huesca, dependiente del Gobierno de Aragón.     

Durante la madrugada del jueves al viernes, una empresa especializada en el transporte de obras de arte se encargó de sacarlas del lugar donde se exponen actualmente y embalarlas. A las 8.00, fueron cargadas en el camión para poner rumbo a Bélgica, donde se mostrarán del 14 de octubre de 2022 al 26 de febrero de 2023. 

Las piezas viajaron con escolta policial, a solicitud del Museo de Huesca, dado su gran valor. En la Policía Nacional existe una Brigada Central de Protecciones Especiales, que asume la seguridad de los traslados de obras de arte que por su importancia lo requieran.       

El Museo Diocesano destacó la excelente calidad de las tallas cedidas por el Obispado, en su mayor parte relacionadas con el escultor Damian Forment o su taller, y "realizadas con el buen alabastro aragonés". 

De la catedral han salido el retablo de Santa Ana, situado en la calle central, atribuido a Damián Formet, del siglo XVI; y dos predelas del mismo retablo. En la sala del Renacimiento y el Barroco del Museo Diocesano se conserva el retablo de la Epifanía, también de Formet. Y en la del Gótico, la lápida sepulcral del obispo Hugo de Urriés, de autor desconocido. El envío se completa con una escultura de San Juan Bautista, del retablo de Santiago Apostol de la excolegiata Santa María la Mayor de Bolea, atribuido a Gabriel Yoly, también del renacimiento.      

La petición de las obras la realizó el Museo Leuven de Lovaina a través de la catedrática de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza Carmen Morte. El Obispado solicitó posteriormente permiso al Ministerio de Cultura y al Gobierno de Aragón para que pudieran salir del país, dado que son piezas catalogadas. 

José María Nasarre, responsable de Patrimonio de la diócesis, ha explicado el complejo proceso para el traslado de unas piezas de tanto valor. Cada talla se introduce en una caja construida exprofeso para ella garantizando que no pueda sufrir ninguna vibración durante el viaje. Un seguro "de clavo a clavo" las cubre desde la salida de la hornacina hasta la reposición en el mismo lugar. 

Nasarre se ha mostrado satisfecho de esta colaboración. "Son piezas para que la gente las disfrute y es un orgullo que se fijen en ellas porque significa que tienen una gran calidad". Recuerda además que se han cedido dos tablas del retablo de Bolea para otra exposición en el Museo del Prado que luego viajarán a Nápoles. 

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