"La conexión de Secastilla y Torreciudad facilitaría la llegada de miles de viajeros a la Ribagorza"

El departamento de Vertebración del Territorio ha licitado el estudio informativo para unir los valles del Ésera y del Cinca prolongando la HV-V-6432 hasta la carretera A-138. En su día se valoró en 5 millones de euros.

Imagen tomada desde la pista que seguirá la futura carretera desde Secastilla ya a las puertas de Torreciudad.
Imagen tomada desde la pista que seguirá la futura carretera desde Secastilla ya a las puertas de Torreciudad.
Ángel Gayúbar

Torreciudad, uno los lugares más visitados de Aragón (antes de la pandemia superaba las 200.000 personas), está enclavado en la Ribagorza. Sin embargo para llegar a él desde esta comarca hay unos accesos más que complicados con carreteras estrechas y llenas de curvas que dificultan el paso de vehículos pesados. Por ello, el avance hacia una futura conexión directa entre el santuario y Secastilla genera una gran ilusión "porque sería la puerta de entrada de miles de visitantes hacia la Ribagorza", asegura esperanzado el alcalde de esta localidad, Ángel Vidal

El departamento de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda del Gobierno de Aragón acaba de licitar el estudio informativo de la conexión de los valles del Ésera y del Cinca por Secastilla, una histórica reivindicación. El presupuesto asciende a casi 58.000 euros y el plazo de ejecución se prolongará durante 14 meses. El consejero José Luis Soro destaca el interés de esta comunicación "que une dos valles y dos comarcas, Ribagorza y Somontano de Barbastro, de gran interés turístico".

Con ello se da continuidad al estudio previo que ya se encargó en 2018 para crear un corredor desde la N-123a y la A-138 (a la altura de El Grado) con la prolongación de la HU-V-6432. Y entre las tres alternativas que dibujó, se seleccionó la que pasaba por Secastilla hacia Torreciudad. Tendrá una longitud de unos 17 kilómetros por un terreno  'muy accidentado', una velocidad de 60 km/h y una intensidad media de casi 2.000 vehículos diarios. En su día, ese estudio estimó un coste de 5 millones de euros (las otras dos se encarecían hasta los 6,8 y los 8,1 millones de euros). 

El alcalde secastillano valora "muy positivamente" este paso dado por la DGA, "que hace mucho tiempo que estábamos esperando". Pero también recalca que es solo un estudio informativo previo y que luego sería necesario aprobarlo y tener partida presupuestaria para ejecutarlo. Aun así, insiste en que la apertura de esta nueva carretera supondría un "importante" impulso económico tanto para su municipio como para toda la comarca ribagorzana porque evitaría puertos de montaña, tendría unas muy buenas condiciones viarias "y conectaría Torreciudad con Graus en menos de 15 minutos", subraya.

 «Se espera volver a superar los 200.000 visitantes al santuario y esos viajeros tienen muy difícil acceder luego a Ribagorza si no es dando un largo rodeo", destaca Vidal. Y en este sentido, recuerda que los dos accesos ribagorzanos son la A-2211, "con un puerto, muy estrecha y unas curvas cerradísimas que los autobuses evitan";  y la carretera local desde Ubiergo, "todavía más estrecha que la anterior y sobre la que las propias compañías de viaje dicen que por ahí no pueden pasar más que los turismos".

También el presidente de la Comarca de la Ribargoza, Marcel Iglesias, incide en los beneficios que conllevaría esta nueva conexión "porque podría sumar mucho a los habitantes de estas tres comarcas generando, a su vez, un núcleo de comunicación muy importante para la Baja Ribagorza".

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