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Tenapark se prepara para un nuevo verano de récord: “Los dos últimos han sido los mejores en el Pirineo”

Iris Grana está al frente de esta empresa de turismo activo desde septiembre de 2019. Empezó como empleada y, cuando su anterior dueño se fue, se la quedó ella.

El verano de 2021 Tenapark batió el récord de vuelos en parapente en el Pirineo, con más de 770.
El verano de 2021 Tenapark batió el récord de vuelos en parapente en el Pirineo, con más de 770.
Tenapark

Dar el paso de coger una empresa en la que trabajaba porque, si no, se quedaba sin empleo y, además, el negocio cerraba, no fue fácil para Iris Grana. Esta asturiana nacida en Oviedo y criada entre aquella ciudad y Zaragoza está al frente de Tenapark desde septiembre de 2019. Es una empresa de turismo activo con sede en el antiguo embarcadero de Búbal, en Tramacastilla de Tena. Cuando llegó al Pirineo para trabajar, en 2006, su idea no era terminar llevando su propio negocio pero los acontecimientos se fueron sucediendo así y esa fue la mejor salida para ella.

Y eso que los comienzos no fueron nada fáciles. Tenapark lo fundó un vasco apasionado de la montaña que vio en el valle de Tena el lugar perfecto para ofrecer actividades como vuelos en parapente, raquetas de nieve o rutas en moto de nieve. Después de casi diez años en ello, la temporada 2019 fue muy complicada porque la meteorología no acompañó y decidió volverse a Bilbao, cerrando su etapa empresarial en el Pirineo. Iris era, por aquel entonces, su empleada. “En un primer momento me iba a encargar de la fotografía y algo de comunicación pero en seguida me convenció para que estuviera con el teléfono, las reservas y la atención al cliente. Se me dio bien y poco a poco fui haciéndolo todo”, recuerda.

Por eso, cuando vio que se iba a quedar sin trabajo y que el sitio donde había volcado toda su energía durante ocho años (entre los 30 y los 38) iba a desaparecer tomó la valiente decisión de quedárselo y seguir adelante. De aquello han pasado menos de tres años. Parece poco tiempo, pero ha sido muy intenso. “Fundé la nueva sociedad en septiembre de 2019 y en marzo de 2020 llegó la pandemia. Fue duro pero no tenía muchos gastos y me fui apañando”, relata. Además, llegó aquel primer verano de la era covid y en Tenapark se batió el récord de vuelos en parapente. Es una de las actividades más demandadas y va en aumento. “Los propios clientes nos dicen que se deciden a raíz de haber estado encerrados, pensando que si no hacen este tipo de cosas ahora, cuándo las van a hacer”.

Una realidad que ha quedado patente en las cifras tanto de aquella temporada de primavera-verano de 2020 como de la del pasado 2021: “Entre junio y octubre hicimos más de 770 vuelos, lo que nos convierte en la empresa del Pirineo que más vuela”, indica Iris. La suma cobra todavía más relevancia si se tiene en cuenta que en junio y octubre solo se presta servicio los fines de semana. “Los dos últimos veranos han sido los mejores del Pirineo con diferencia, tanto en empresas de turismo como en hostelería, hoteles… Hay mucha demanda y casi no cabemos. La gente está muy receptiva”, asegura Iris.

Lo que también ha notado a raíz de la pandemia es que las reservas se hacen mucho más en el último momento. “En un año normal, por estas fechas ya tendría prácticamente todo el mes de agosto lleno pero de momento la gente se está esperando”, explica. Sus clientes son prácticamente nacionales al cien por cien (los extranjeros representan apenas un 1%, según los datos que maneja) y llegan de casi todos los rincones de España. “Tenemos incluso clientes de Canarias que vienen a propósito por las actividades exclusivas que organizamos”. Es el caso, por ejemplo, de los cursos SIV (Seguridad e Incidencias en Vuelo), solo impartidos por Tenapark y otra empresa de Cataluña. La gran ventaja de la aragonesa es que está en el pantano de Búbal y las posibles caídas son en el agua. Además, los imparte Yeray Gonzalez, campeón de España de parapente acrobático. “Para poder ofrecerlo tuve que hacer una inversión importante, ya que había que comprar una zodiac, entre otras necesidades”, explica Iris.

Otra de las propuestas por las que destaca Tenapark son las rutas en moto de nieve 4x4. Los vehículos se adquirieron hace apenas unos meses, para la temporada de invierno pasada y son quads que pueden llevar ruedas convencionales para moverse por tierra u otras, llamadas orugas, especiales para avanzar sobre nieve. De cara a este verano, está en trámites para poder ofrecer rutas slow driving en el valle de Tena. “Nuestra propuesta son salidas interpretativas en las que el quad es el vehículo que permite moverse por la montaña. El guía va en cabeza y los demás le siguen. Van despacio y haciendo las paradas que hagan falta para ver las flores o las marmotas. Queremos conservar el medio y, además, correr es muy peligroso. Te puedes matar”, asegura. De hecho, la velocidad está limitada a 30 kilómetros por hora en montaña.

“Me cansé de ir con la mochila para arriba y para abajo”

Aunque Iris nació en Oviedo, también se ha criado en Zaragoza y, desde pequeña, iba mucho con su familia al Pirineo. Es amante de la montaña y hace casi cualquier cosa de las que ofrece su empresa. “Menos los vuelos en parapente. Eso son palabras mayores”, matiza. Su primer contacto laboral con la cordillera aragonesa fue hace 16 años, cuando, como tantos otros jóvenes, empezó a hacer la temporada de invierno allí y la de verano en Baleares. Pero el tiempo fue pasando y conforme Iris sumaba primaveras fue buscando tranquilidad y estabilidad económica. “Llegó un momento en el que me cansé de ir con la mochila para arriba y para abajo”, asegura.

Hacerse con Tenapark fue el motivo que terminó de comprometerla con el valle de Tena. “Ahora vivo en El Pueyo de Jaca y, después de haber pasado por todos los pueblos del valle, este es el mejor. Es un pueblo-dormitorio y vacacional muy tranquilo donde vivimos pocos vecinos. Tengo una perra y con el pantano al lado puedo salir con ella a andar, a correr… Lo malo es que no hay casi servicios y tienes que coger el coche para todo”, apunta. Pero este es un mal menor cuando, pese a los baches, Iris ve cómo su negocio prospera. “Tengo un equipo de trabajadores fijos que están todo el año. Además, en verano contrato a pilotos de parapente y en invierno a guías de montaña”.

Actualmente, Tenapark está inmersa en la difusión de su última actividad. Se llama Mi primer 3000 y es un trekking para montañeros aficionados que quieran introducirse en la alta montaña. “Subimos hasta el Garmo Negro en dos etapas. Hay que estar en forma para hacerlo pero no tiene una excesiva complicación técnica”, matiza. Tanto esta propuesta como el resto de las que ofrece esta empresa de turismo activo del valle de Tena se pueden conocer en su página web. Detrás de cada mensaje de whatsapp, correo electrónico o llamada de teléfono estará Iris, una luchadora nata y amante del Pirineo que no se detiene ante nada.

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