La poética Alquézar vista con los ojos de los viajeros

La Diputación de Huesca recopila en un libro 300 imágenes de la localidad, captadas entre 1882 y 1992 por fotógrafos de varios países, antes de su explosión turística.

Una fotografía tomada por el francés Lucién Briet en Alquézar en 1906.
Una fotografía tomada por el francés Lucién Briet en Alquézar en 1906.
Musée Pyrénéen de Lourdes

En 1922, el escritor altoaragonés Ramón J. Sender dijo que Alquézar parecía haber sido construida "por poetas en lugar de arquitectos". La belleza de sus calles, la plaza Mayor, su colegiata y el paisaje que la rodea enamoró a los fotógrafos ya desde el siglo XIX. La retrató el francés Lucién Briet hace más de cien años, y luego la villa ‘posó’ para las cámaras de Ricardo Compairé o Ricardo Albasini.

Escritores y pintores, como el mismo Sender o Ignacio Zuloaga, realizaron peregrinaciones artísticas a esta fortaleza rodeada por los impresionantes cañones de la sierra de Guara y cantaron sus excelencias.

La Diputación de Huesca ha editado la primera historia visual de la localidad, titulada ‘Alquézar visto por viajeros y fotógrafos (1882-1992)’, una recopilación de más de 300 fotografías que transcurren entre el final del siglo XIX y finales del XX. "Es un testimonio único del devenir de esta villa medieval, antes de que encaminara sus pasos hacia la actividad turística", señala la diputada de Cultura, Maribel de Pablo.

Las imágenes están apoyadas por explicaciones para comprender la importancia de esta población con más de 1.200 años de historia, desde el punto de vista geopolítico, de su ordenación urbanística y de su arquitectura, sin olvidar los procesos migratorios.

Para seleccionar las 300 fotos, se revisaron 3.000, en su mayoría de los fondos de la Fototeca de la Diputación. Entre los autores cabe citar a Briet, el alemán Kurt Hielscher, Juli Soler i Santaló o José Ortiz Echagüe (autor de la imagen de la portada). También hay instantáneas de las primeras agencias para la venta de imágenes de patrimonio, como el Archivo Mas; y no podían faltar la mayor parte de los fotógrafos aragoneses, tanto profesionales como aficionados: Juan Mora, Ricardo Compairé, Rodolfo Albasini, Joaquín Gil Marraco o Fernando Biarge, entre otros.

Los fotógrafos se centran en espacios arquitectónicos referenciales de Alquézar, como la panorámica de su conjunto urbano rodeado de grandes cañones, el recinto del castillo-colegiata, la plaza Mayor o las pintorescas calles y rincones de la villa. No faltan imágenes con un prisma etnográfico, que muestran a la población en su día a día en distintas épocas históricas.

Las instantáneas que captaron aquellos fotógrafos contribuyen a explicar cómo comenzó su reconversión hasta ser un referente del turismo de interior, explica De Pablo. Ellos eran viajeros más que turistas.

La dirección editorial ha corrido a cargo del jefe de la sección de Cultura de la Diputación, Carlos Esco, y del fotógrafo Esteban Anía. "Ambos han realizado un ingente trabajo de documentación que ha puesto al descubierto la historia de esta villa, en gran medida desconocida por el gran público", destaca la diputada.

Miradas a 800 km

La publicación ha coincidido con la exposición ‘Alquézar y Zuheros. Miradas en la distancia’, abierta en la sala de la Diputación hasta el próximo domingo, 6 de febrero, y que forma parte del programa cultural Visiona. Si el libro se centra en imágenes históricas, la muestra incluye fotografías contemporáneas para abordar las similitudes y diferencias de dos poblaciones rurales situadas a 800 kilómetros de distancia, en extremos geográficos opuestos de la península ibérica, Huesca y Córdoba.

Alquézar y Zuheros comparten pasado vinculado al sector primario y, en especial, agroganadera, y un auge posterior del turismo y los servicios que ha llevado a las dos poblaciones a formar parte de la red de Pueblos Más Bonitos de España.

Además de imágenes de archivo de finales del siglo XIX y el XX, la exposición enseña aportaciones contemporáneas, como los denominados retratos nómadas, realizados por Carlos Pericás y Eli Garmendia, que consiste en la creación de un archivo fotográfico de retratos con la participación de sus habitantes y turistas; o una proyección de las fotos etiquetadas en Instagram con los hastag #alquézar y #zuheros y que recoge las imágenes tomadas por quienes habitan o visitan estas localidades.

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