Los 600 alumnos del IES Pirámide, situado a solo 4 km del casco urbano de Huesca,  llevan un año soportando esperas de 35 minutos a la entrada y salida del centro por el recorte de autobuses que se aplicó a partir de enero de 2020, cuando la empresa adjudicataria redujo a la mitad el número de vehículos alegando que el coste del servicio se había triplicado respecto al contrato vigente de entonces, obligando a implantar dos turnos de viaje. El Consejo Escolar, formado por docentes y familias, reclama una solución al departamento de Educación y a la empresa oscense Avanza "porque no aguantamos más", advierten.

De hecho, tal es su enfado que plantean incluso si ha llegado el momento de construir un quinto instituto en Huesca si el traslado al IES Pirámide no es sostenible económicamente "porque la ciudad ha crecido en las dos últimas décadas y los centros de Secundaria siguen siendo los mismos, mientras que en Primaria sí que se ha construido el nuevo colegio del Pirineos-Pyrennées".

En respuesta a estas críticas, desde el departamento de Educación aseguran que han trabajado "durante meses" para poder volver a la situación anterior, aunque reconocen que "no ha sido posible". Mientras tanto, afirman haber ofrecido a las familias monitoras para acompañar al alumnado que tiene que esperar media hora en el retorno del servicio. Además, recalcan que pese a todo, el alumnado es transportado diariamente en línea regular y que aquellos que tienen que esperar más por la mañana al inicio de las clases, vuelven nada más terminar la clase, mientras que aquellos que salen de Huesca con el tiempo justo para iniciar la jornada, deben esperar "algo más" a la hora de regresar. 

A través de un comunicado, el Consejo Escolar se queja de que la implantación de dos turnos ha provocado "grandes problemas organizativos en el centro y de conciliación a las familias". Muchas de ellas, para evitar que sus hijos e hijas soportaran largos tiempos de espera, decidieron el pasado curso llevarlos y traerlos diariamente con sus propios vehículos particulares. Una situación que denunciaron las familias en una concentración convocada a mediados de febrero a las puertas de la sede de la DGA en Huesca.

Explican que a finales del pasado mes de agosto, el servicio provincial de Educación les comunicó que aún no se había licitado el nuevo contrato y que por tanto iban a seguir con los dos turnos en el nuevo curso 2021/2022, lo que supuso "un duro varapalo para alumnado, familias y centro educativo ya que no se había considerado que se repitiera la situación del curso anterior". 

Así, desde septiembre, los alumnos del primer turno salen de Huesca sobre las 7.40 por lo que tienen que esperar 35 minutos al inicio de las clases y la otra mitad sufre la misma espera pero a la hora de regresar a casa. "Todo ello con la pandemia actual y la dificultad de controlar las interacciones del alumnado una vez terminadas las clases", se quejan. 

Aseguran que desde Educación les han informado de que la existencia de un contrato de larga duración de línea regular en el mismo trayecto otorgado a Avanza impide sacar una nueva licitación. Además, argumentan que la empresa pide el triple de lo que estaba ingresando hasta diciembre de 2020 y que es la única compañía que puede prestar el servicio. Desde el Consejo Escolar resaltan que han confiado en que ambas partes lograran una solución en estos meses "pero ante la falta de una voluntad firme y sincera de llegar a un acuerdo, manifestamos que no aguantamos más".

Al respecto, docentes y familias critican que no haya recursos para "un transporte escolar digno" pero sí para invertir 3,5 millones de euros de dinero público en las instalaciones del centro para uso de la SD Huesca durante 35 años; que muchas familias vivan "a escasos minutos andando" de otros dos institutos de Huesca pero se ven obligadas a llevar a sus hijos a un centro hacia el que tienen que salir como mínimo 50 minutos antes de comenzar las clases; y que la vida de un instituto se vea "totalmente condicionada" por la viabilidad económica de la única empresa de Huesca que puede prestar la ruta.