Gran afluencia en el Museo de Barbastro-Monzón para ver las obras que han regresado de Lérida

La exposición de las piezas, devueltas tras 26 años de litigio, atrae también a numerosos vecinos de las parroquias aragonesas expoliadas. 

El 21 de diciembre el Museo Diocesano de Barbastro–Monzón vivió una jornada histórica en sus diez años de existencia: la inauguración del nuevo discurso museográfico que incluía las mejores 66 piezas de las 111 obras de arte de las 43 parroquias orientales de la provincia que hasta 2021 han estado en depósito en el Museo de Lérida. Al perfil institucional que tuvo este acto le ha seguido el rosario de visitantes que en los días sucesivos han querido conocer de primera mano las obras por las que la diócesis altoaragonesa ha litigado durante 26 años con Cataluña.

"El volumen de visitantes no es ni de lejos el que teníamos por estas fechas navideñas", explica el director del Museo y responsable de Patrimonio de la Diócesis Barbastro–Monzón, el sacerdote y profesor de arte, Ángel Noguero. Las Navidades suelen ser unas fechas de poca afluencia a este espacio, pero, y a pesar de la situación de pandemia, muchos han sido los curiosos que nunca lo habían visitado y han aprovechado estas vacaciones para conocer las obras devueltas por Lérida. También se han acercado numerosos vecinos de las localidades pertenecientes a las parroquias de donde proceden las obras, que en algunos casos las han contemplado por primera vez.

La gran mayoría han sido aragoneses. Entre ellos, algunos de Barbastro, conocedores del Museo pero que han querido ver las obras nuevas: "Hay piezas interesantes que no habíamos podido ver antes y este es el lugar donde tienen que estar", afirma María José, junto a dos amigas. 

"Hemos venido exprofeso"

Una familia zaragozana residente en Huesca también elogia la calidad de las obras recuperadas: «Hemos venido exprofeso. Teníamos curiosidad por ver las piezas que habíamos recuperado del Museo de Lérida y me ha parecido muy interesante», explica Eva Marín, que visitaba por primera vez el Museo. "Me llama la atención el patrimonio tan grande que teníamos en todos estos pueblos y del que no conocíamos nada. También he tenido un sentimiento de pena porque no hemos sabido valorar lo que teníamos, hasta que lo tenían otros", añade.

También de Zaragoza llegó Victoria con su familia "exclusivamente para ver las obras recuperadas de Cataluña". "Para mí es lo más interesante, los retablos preciosos, al igual que el edificio", precisa. El barbastrense Pedro Solana es uno de los voluntarios del Museo que se encargan de ofrecer visitas guiadas. Estos días, él y varios de sus compañeros se encuentran en las distintas salas para prestar asesoramiento o información a los visitantes. "Está viniendo mucha gente, mucha de Zaragoza y de Huesca, por cercanía y por interés. Este Museo es un hervidero", comenta.

Solana manifiesta que se ha concitado el interés de toda la Comunidad "y hemos convertido este edificio, que ya de por sí era bonito, en una obra de arte". Ahora mismo es una referencia de arte gótico en todo Aragón y yo diría de casi en toda España. Ha ganado también en piezas románicas", añadió. 

Ángel Noguero destaca que todos los visitantes se marchan maravillados por lo expuesto y con una sensación muy positiva. "Se van satisfechos, sobre todo la gente que nunca había visto las obras en su pueblo y que por fin las puede contemplar aquí. Para ellos supone una emoción extraordinaria y todos te dicen que tenían ganas de verlo", indica el director del Museo. "Hay personas que han visto retablos que estuvieron en sus iglesias hasta el año 1890 y que ha sido ahora cuando los han podido ver por primera vez", apostilla.

"En Primera División"

A lo largo de estos últimos días, Noguero ha podido constatar "el deseo" que existe entre todos los visitantes por ver estas obras de las parroquias recuperadas y, al margen del aspecto emotivo, considera el alto valor artístico que ha ganado el Museo. "Para cada visitante, la mejor talla es la de su pueblo", asegura. Él, como experto en la materia, destaca que los dos frontales del románico "son piezas fantásticas por su hermosura, y cómo no la Virgen de Zaidín o el cuadro de San Juan Bautista también de la misma localidad".

El responsable del Museo de la Diócesis Barbastro-Monzón explica que hay "un montón de obras extraordinariamente buenas y bellas" y se puede hablar de "un antes y un después de la llegada de estas piezas". En este sentido, apunta que, hasta ahora, este centro destacaba por su arquitectura y por lo bien montado que estaba su discurso museográfico, "pero ahora hemos pasado a Primera División". "Estamos muy contentos de poderlo enseñar", sentencia Noguero. 

"Estoy emocionado. La talla de la Virgen es más bonita al natural que en la televisión"

Desde Zaidín acudió Germán Burón, acompañado de su mujer e hija, para a ver la Virgen María, del siglo XV, expuesta hasta hace nueve meses en la iglesia de San Lorenzo de Lérida. "Estoy emocionado. La talla de la Virgen es más bonita al natural que en la televisión", afirma.

"En el pueblo nadie la ha visto porque se la llevaron a finales del siglo XIX y fuimos a contemplarla a la iglesia de Lérida donde estuvo, pero no estaba tan valorada como en el Museo. Es un orgullo verla aquí, pero más orgullo sería si la tuviéramos en Zaidín", señala este vecino, abriendo un debate que planea desde el regreso de estos bienes como es el de su devolución a sus parroquias de origen.

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