Tercer Milenio

De Almudévar a Belchite pasando por la estratosfera para realizar 9 experimentos científicos ciudadanos

El proyecto Servet ha lanzado este sábado dos globos sonda que han alcanzado los 35.000 metros de altura antes de explotar. Las cápsulas de cada experimento han regresado a la Tierra gracias a sendos paracaídas.

Las localidades de Almudévar (Huesca) y Belchite (Zaragoza) están separadas por apenas 100 kilómetros por carretera, pero dos globos sonda han viajado este sábado de una a otra población subiendo antes hasta la estratosfera, a unos 35.000 metros de altura, con nueve cápsulas colgadas que encerraban experimentos científicos

Y lo han hecho dentro de la quinta misión del proyecto de ciencia ciudadana Servet impulsado por la Fundación Ibercivis y la Universidad de Zaragoza. "Ponemos los medios, como el helio, los globos, los seguros, los permisos, el seguimiento... para que cualquier ciudadano pueda realizar su propio experimentos ya que de otra forma no podrían acceder a ello", ha señalado Enrique Torres, del Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A).

Un gran número de vecinos de Almudévar, especialmente los más jóvenes, han querido ser testigos del lanzamiento realizando en el campo de fútbol anexo al pabellón municipal. El primer globo ha salido en dirección a la estratosfera sobre las 11.00 y el segundo ha hecho lo propio una hora más tarde aproximadamente tras solventar un pequeño problema ya que lo habían hinchado demasiado al principio. 

Como ha explicado Enrique Torres, los dos globos, de unos 3 metros de alto por 3 de ancho, han ido subiendo hacia la estratosfera aumentando cada vez más de tamaño al ir bajando la presión atmosférica hasta que llegan a los 8 o 9 metros y revientan en torno a los 35.000 metros de altura, tres veces por encima de la zona de vuelo de los aviones. "No solo explotan sino que se hacen añicos porque están congelados ya que la temperatura allí es de 50 grados bajo cero", destaca. 

En ese momento se activa un paracaídas para frenar la velocidad de caída de las cápsulas que van colgadas de los dos globos para evitar que se dañen en su regreso a la Tierra y que provoquen incidencias. Llevan un detector de radar para que lo puedan ver los aviones en caso de que esté en su misma trayectoria y un dispositivo GPS va transmitiendo en todo momento la posición. Tras estudiar las predicciones meteorológicas, esperaban que cayeran en el entorno de Belchite. Sus cálculos no se equivocaron demasiado ya que uno aterrizó finalmente en Lécera y el otro entre Fuendetodos y Azuara.

Pese a todo, el objetivo principal no es el lanzamiento de los globos sino poder desarrollar los proyectos científicos que guardan cada una de las cápsulas. En esta quinta misión se lanzó una convocatoria y se seleccionaron nueve propuestas, todas ellas de aficionados a la ciencia de fuera de Aragón (Córdoba, Toledo, Madrid, Tarragona, o Barcelona). Entre ellas hay algunas que tiene que ver con localización o con radio. Pero también hay otras como las de un estudiante de 14 años que ha metido una serie de probetas con distintos líquidos para grabar con una cámara cuándo se congela cada uno. En otra cápsula se ha enviado una patata y unas semillas para analizar las diferencias de germinación con otras que se han quedado en la Tierra y saber si en una posible expedición a Marte, una despresurización de un invernadero provocaría o no la congelación de todas las plantas.

De cara a la próxima primavera ya trabajan en una sexta misión dirigida a diez institutos para que jóvenes de Secundaria puedan hacer un experimento en la estratosfera. "Nosotros pondremos toda la infraestructura, les tutorizaremos en la parte tecnológica, electrónica y de comunicaciones y ellos tendrán que diseñar un experimento", afirma.

El lanzamiento estaba programado para la semana pasada, pero tuvieron que retrasarlo por las condiciones meteorológicas ya que además de la previsión se lluvia, se esperaban vientos de 250 kilómetros por hora en capas altas de la atmósfera "por lo que los globos iban a ir muy lejos". Este sábado, las condiciones eran perfectas con vientos de 150 km/h. 

Enrique Torres considera necesario fomentar el interés por la ciencia entre los jóvenes y para ello opina que "tienen que ver más ejemplos de que se hacen cosas en la Tierra muy interesantes que tienen repercusión a nivel mundial". A su juicio, habría que favorecer estas carreras profesionales, sobre todo las ingenierías "y especialmente entre las mujeres porque hay relativamente pocas, en Informática no llegamos al 10%", lamenta.

Este domingo, a partir de las 10.30, se celebrará la sesión final del proyecto, de nuevo en Etopia (Zaragoza), donde se hará repaso de todo lo acontecido en la jornada del sábado y se analizarán los resultados obtenidos por las cápsulas. Estará abierta al público aunque hay que inscribirse a través de Eventbrite.

El proyecto Servet cuenta con el apoyo de Etopia Centro de Arte y Tecnología, los Laboratorios CESAR en Etopia, los Ayuntamientos de Almudévar y Zaragoza y la Unión de Radioaficionados Españoles, y está cofinanciado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología-Ministerio de Ciencia e Innovación.

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