Iberfoil convierte a Sabiñánigo en punta de lanza de la industria del aluminio
El presidente del grupo Alibérico presenta la ampliación de su planta, un proyect0 "verde" y de "economía circular" que incrementará la actual plantilla en 40 trabajadores, con una inversión de 42 millones de euros.
El presidente del grupo Alibérico llegó a Sabiñánigo el 14 de julio de 2014 tras comprar en un proceso concursal una fábrica de aluminio parada. Dos semanas después, a las 5.30, recibía en el primer turno a 33 trabajadores, que en dos días pusieron en marcha la factoría que antes había pertenecido a Inespal, Alcoa y Bavaria y había tenido una historia plagada de proyectos empresariales fracasados. Hoy, la plantilla de la filial Iberfoil es de 110 empleados, casi todos fijos, "y estamos desbordados de trabajo".
Clemente González Soler ha recordado así este lunes su desembarco en la ciudad industrial, durante el acto de presentación en Aragón de su proyecto Iberfoil Integra, de reciclado de aluminio, declarado de interés autonómico y que se pondrá en marcha en 2023. El lugar elegido ha sido Fundación del Hidrógeno del Parque Tecnológico Walqa, en Huesca, ya que se quiere contar con esta tecnología en el futuro..
Apenas han pasado siete años y la planta de Iberfoil de Sabiñánigo, del grupo Alibérico, no solo se ha consolidado y triplicado su plantilla sino que aspira a ser punta de lanza del sector en España y un referente de una empresa metalúrgica sostenible y de economía circular. González Soler ha estado acompañado del vicepresidente del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga; el presidente de la Diputación, Miguel Gracia; la alcaldesa de Sabiñánigo, Berta Fernández; o el expresidente de CEOE Aragón, Fernando Callizo, que ayudó a que Alibérico invirtiera en Sabiñánigo.
La empresa reciclará el aluminio a partir de las chatarras generadas en las otras fábricas del grupo y de sus clientes. La fundición producirá aluminio líquido para seguir laminando y con el que fabricar bobinas de hoja fina de hasta 0,2 milímetros, convirtiéndose así en una fábrica totalmente autónoma que realizaría el proceso integral de transformación. "Será la única fábrica en España, esencial y estratégica, en espesores finos para alimentación y farmacia", ha dicho su presidente, quien ha asegurado que el grupo, presente en siete autonomías, se encuentra "muy a gusto" trabajando en Aragón, "por eso estamos haciendo aquí una gran inversión".
Supondrá una inversión de 42 millones de euros y la creación de 40 puestos de trabajo directos en una primera fase, 75 en una segunda, y 400 indirectos. Según sus palabras, representa "un salto cualitativo en el mundo de la economía circular liderado desde Sabiñánigo" y un proyecto "verde", sostenible, con efectos sociales, ya que dará empleo estable. Para la empresa significa además acabar con la incertidumbre en el suministro de materias primas que tantos problemas está dando a la industria del automóvil.
La previsión es tener lista la ampliación de la fabrica en 2023, "si todos los fondos y todas las previsiones de financiación se cierran". Una buena parte de los 42 millones los pone la compañía, otra parte se ha solicitado al Fondo de Recuperación Next Generation de Europa y, por último, se esperan ayudas de algún otro organismo público. En una primera fase producirá 25.000 toneladas al año, y tras un par de años de rodaje se empezará con la segunda, que duplicará el volumen.
La nueva planta cambiará el proceso de economía lineal por la circular, dejando atrás problemas como la dependencia en el suministro de materias primas,la incertidumbre por la crisis de Alcoa (la huelga obligó a paralizar un mes la planta de Sabiñánigo), la mayor contaminación de determinados procesos, los largos plazos de entrega o la no recuperación de las chatarras. Se garantiza así independencia en las materias primas y una reducción del 45% de CO2 en la obtención de las mismas.
El presidente del grupo Alibérico ha destacado que Iberfoil Integra es un proyecto pionero del que ya tienen conocimiento las ministras de Transición Ecológica e Industria. En un futuro, está previsto utilizar la tecnología del hidrógeno para abaratar los costes de fundición. Los hornos están preparados para trabajar con ella en un 15%, y además se han diseñado pensando en que más adelante sea al cien por cien. "Nos gustaría empezar ya a hacer pruebas", ha señalado.
Para el vicepresidente y consejero de Industria, Competitividad y Desarrollo Empresarial, Arturo Aliaga, con este proyecto se consolida una industria básica en la Comarca del Alto Gállego. Ha insistido en que "es un proyecto estratégico para España y así se lo transmitimos al Gobierno central. Es importante para Aragón y es un salto cualitativo y cuantitativo de un proyecto de economía circular liderado desde Sabiñánigo".
Sectores estratégicos en la pandemia
González Soler ha hecho una reflexión de los cambios económicos en la pandemia. "Pensábamos que el mundo cada vez iba a ser más global y que China iba a ser la fábrica del mundo. Y eso ha cambiado por completo. En la pandemia, cuando se han cerrado las fronteras y hemos empezado a tener problemas de logística, nos hemos dado cuenta de que hay dos sectores claves: la alimentación y la industria". Respecto al primero, los países quieren asegurar una despensa propia para sus habitantes; y en cuando al segundo, se piensa en aquellas industrias que son estratégicas y esenciales, ha aclarado. "Que si mañana se cierran las fronteras, el país pueda seguir funcionando".
El presidente de Alibérica también se ha referido a los elevados costes energéticos. "Es una situación de desventaja y la administración es responsable de ponernos en las mismas condiciones a competir", ha manifestado en referencia a que España paga 177 euros por megavatio/hora, mientras que en Francia el precio es de 54 y en Alemania de 75.
