La ciudad de Huesca ha dado el último adiós a Enrique Sánchez Carrasco, el primer alcalde socialista de la democracia que estuvo al frente del Ayuntamiento entre 1987 y 1995 y que falleció el jueves a los 93 años de edad. Sus familiares y allegados han estado acompañados por una amplia representación política de distintos partidos (PSOE, PP, CS, PAR o IU) que han coincidido en valorar el trabajo que hizo durante esos 12 años para transformar por completo la capital oscense. 

Tal y como marca el reglamento de protocolo municipal para estos casos, Luis Felipe ha colocado el bastón de mando de alcalde sobre el féretro de Sánchez Carrasco después de que concejales de PSOE, PP y Cs le impusiera la bandera de la ciudad. Debido a la situación sanitaria, el aforo de la Basílica de San Lorenzo estaba limitado a solo 200 personas. 

Luis Felipe ha lamentado la pérdida "de un hombre importante para la historia reciente de Huesca que transformó la ciudad y que fue un alcalde cercano, democrático y de consenso". Ha valorado que "nos queda su legado y su forma de hacer y de entender la política porque Enrique Sánchez Carrasco era un hombre dialogante y lo demostró en un momento difícil". También ha destacado la modernización que impulsó del Ayuntamiento creando servicios que no existían. "Ha sido uno de los alcaldes más queridos que ha tenido Huesca y eso se ve en las manifestaciones que estamos recibiendo de pésame y de cariño por todo lo que significó", ha agradecido.

Como máxima representante del Gobierno de Aragón, la consejera de Derechos Sociales, María Victoria Broto, ha traslado a la familia el pésame en nombre del presidente Javier Lambán "pero también a esta ciudad porque Enrique Sánchez Carrasco tuvo una dedicación total e hizo mucho por ella". Además, ha destacado "su voluntad siempre de acuerdo y de consenso, porque creo que nadie puede decir que tuvo un problema con él". En este sentido, ha valorado el "ejemplo de hacer política" que dejó como legado. "Creo que en estos tiempos sufriría mucho viendo el enfrentamiento y lo que supone no entender la política como una voluntad de acuerdo entre la ciudadanía y las personas que ejercemos responsabilidades", ha concluido.

Entre los representantes políticos ha habido una gran mayoría de dirigentes del PSOE. El secretario de Organización en Aragón, Darío Villagrasa, ha manifestado que "los socialistas aragoneses venimos a mandar nuestro abrazo y el máximo de nuestros respetos a la familia y a sus allegados y a despedir a un hombre bueno que trabajó durante más de una década por la ciudad de Huesca, que la transformó y que hizo mucho bien a sus gentes".

También ha estado presente Marcelino Iglesias, que coincidió como presidente de la Diputación Provincial los 12 años que estuvo Sánchez Carrasco al frente de la Alcaldía. "Produjo un gran cambio en el Ayuntamiento de Huesca por su propio talante, por el momento en el que estábamos y porque además él siempre se distinguió por ser un hombre de entendimiento, de acuerdo y extraordinariamente tolerante", ha afirmado. También ha recordado que en esa época pudieron sacar adelante muchos proyectos conjuntos para la ciudad. "Fue el alcalde del gran cambio de Huesca", ha resumido. 

Entre otros representantes han acudido también al funeral el presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Miguel Gracia, la secretaria de Organización del PSOE en Huesca, Elisa Sancho, la delegada del Gobierno en Aragón, Rosa Serrano, o Eva Almunia, que también coincidió con Enrique Sánchez Carrasco como alcalde cuando era diputada provincial.