El turismo aragonés inicia el despegue tras el largo parón: "El verano pinta bien"

Los empresarios están pendiente de los rebrotes porque no quieren que se repitan casos como los de Baleares o Portugal, que ha vuelto al toque de queda. La ocupación del 50% prevista en Huesca podría aumentar al 60%, si la situación sanitaria es favorable.

Turistas en la plaza Mayor de Aínsa este sábado.
Turistas en la plaza Mayor de Aínsa este sábado.
Rafael Gobantes

Los turistas han vuelto a Aragón y los empresarios esperan que sea para quedarse. Tras ocho largos meses de parón por los confinamientos, junio inició el ascenso de la curva y el primer fin de semana de julio ha consolidado la tendencia con una afluencia creciente, aunque el pico se espera para agosto, siempre que la situación sanitaria no se tuerza, pues los rebrotes entre la población joven mantienen en alerta a los responsables de alojamientos, bares y restaurantes.

El sector turístico no ve posible igualar las cifras récord del 2019. En el año previo a la pandemia, los hoteles aragoneses recibieron a 2.970.900 viajeros, un dato que se desplomó en 2020 a menos de la mitad (1.259.905), según la Encuesta de Ocupación Hotelera del INE. La curva ha empezado a remontar y de hecho los primeros fines de semana de junio, ya sin el estado de alarma, han supuesto un respiro. "Han sido como los de antes de la pandemia", afirma José María Ciria, presidente de los empresarios del valle de Benasque, uno de los más turísticos de la Comunidad. Además, las previsiones de reservas son buenas para julio, y sobre todo para agosto. Al menos esperan igualar al del año pasado, que sin llegar a las cifras del anterior a la pandemia marcó unos buenos registros (194.470 alojados en hoteles frente a los 370.701 del 2019). Eso, "si no se tuerce la situación sanitaria", advierte.

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El caso de Baleares y Portugal

Anabel Costas, responsable de alojamientos de la Asociación Provincial de Hostelería y Turismo de Huesca, confirma que los empresarios viven pendientes de la evolución sanitaria, algo que está provocando que las reservas se produzcan en el último momento. Ella apela a la responsabilidad de todos porque "el virus está aquí", y solo hace falta ver, señala, lo sucedido en Baleares con el macrobrote de estudiantes de viajes de estudio o la vuelta de Portugal al toque de queda. "Seamos cautos", recalca.

Una encuesta realizada por la asociación oscense, que han contestado más de 60 establecimientos de todas las zonas y tipos de negocio, concluye que puede haber un buen verano con ocupaciones medias en alojamientos en torno al 51%, y un notable desarrollo en el sector de restaurantes, especialmente en el Pirineo y la Sierra de Guara.

En agosto la media podría situarse entre el 56 y el 60%, e incluso más, "aunque toda esta situación está condicionada a la evolución sanitaria, la campaña de vacunación y la recuperación de la actividad", afirman los empresarios. En general son optimistas pero todavía existe un alto nivel de alojamientos que trabajan con previsiones a muy corto plazo y ofreciendo una alta flexibilidad en las reservas.

En todo caso, el sector ha recuperado el músculo, como demuestra el hecho de que el 78,3% de las empresas están abiertas, aunque muchas, sobre todo en la modalidad de alojamiento, con restricciones o cierres en servicios como restaurante, bar, celebración de eventos y congresos. Esto afecta al personal en ERTE. En el caso de la provincia de Huesca, un 28,3% de trabajadores siguen en esta situación

Sierra de Guara: "Llegan extranjeros pero no como otros años"

El verano arranca con algunas incertidumbres, pero si algo tienen claro los empresarios es el menor peso de los extranjeros. El perfil del cliente principal es el del turista nacional en los alojamientos en un 71%, según la encuesta realizada por la asociación de hostelería de Huesca entre sus miembros. Y así se ha constatado en el mes de junio, habitual para los visitantes de otros países.

Con esta apreciación coincide el administrador del campin de Alquézar, Lluis Rabionet. "El ambiente se está animando y ya se parece algo más al 2019, pero hay pocos franceses". En su caso representan el 55% de la clientela. Las expectativas para agosto en su alojamiento son buenas. "Agosto está a tope hace tiempo", señala, pero una vez más surge la prevención respecto a lo que pueda suceder, "como lo que estamos viendo estos días con los jóvenes, aunque hay mucha gente vacunada".

Por la oficina de turismo de Alquézar pasaron este sábado más de 150 personas. Marta López, una de las empleadas, tiene la impresión de que la gente se va directamente a realizar actividades en la naturaleza. "Este fin de semana no se han visto las aglomeraciones de otras veces. Antes las terrazas hacían dos turnos de comidas, ahora no", indica.

Monasterio de Piedra: "Vemos a la gente con ganas de naturaleza"

Desde su segunda reapertura en tiempos de pandemia, el pasado mes de marzo, el complejo turístico del Monasterio de Piedra va recuperando de forma paulatina sus cifras de afluencia. Según datos de la empresa gestora de este espacio, el nivel de visitantes se encuentra al 60% del que se llegó a alcanzar en 2019. Un año antes, en 2018, la cifra se aupó hasta los 321.000 su volumen más alto desde que hay registros. A primera hora de la mañana del sábado, el trasiego en su entrada era constante, con parejas y grupos pequeños.

"Somos optimistas, porque empezamos a ver bastante movimiento y vemos a la gente con ganas de salir y disfrutar de la naturaleza", explica Clara Gormedino, responsable de Comunicación del Monasterio de Piedra. En este sentido dice que "ya se empiezan a notar las vacaciones escolares, porque hay más familias" y argumenta que el crecimiento se ve lastrado porque no llega el mismo número de grupos. "Antes entre semana podían llegar siete grupos de 50 u 80 personas", subraya.

A pesar de ello, los fines de semana, especialmente los sábados y los domingos, el aforo del recinto se completa. "Para los días en los que se completa, se ha establecido un sistema de venta de entradas por franjas horarias, así conseguimos que no se formen aglomeraciones en los puntos emblemáticos y que la gente pueda disfrutar", recuerda Gormedino. De igual forma, todas sus instalaciones, parque, zona monumental, hotel y restaurantes, ya trabajan a pleno rendimiento.

De hecho, a estas alturas, solo un 5% de la plantilla habitual todavía no está trabajando. "Todavía hay personas pendientes, pero ya tenemos todo en funcionamiento, porque se ha reactivado la venta de entradas al parque y de reservas en el hotel", afirma. Sin embargo, también da muestras de prudencia: "No podemos obviar las últimas noticias y estamos un poco pendientes, porque esperamos que no haya retrocesos en las medidas y restricciones". 

"Venimos de Juslibol. Habíamos estado de pequeños pero queríamos volver y pasar un día diferente por aquí", explicaban Mónica Villa y Rubén Sanz. También a primera hora, Herminio García, acompañado de otras ocho personas de Gerona, indicaba que "hemos venido porque un amigo había estado hace tiempo, habíamos oído hablar del lugar y teníamos la ilusión de venir". En su caso, pernoctan en Zaragoza pero se detendrán en Calatayud. 

Precisamente esta ciudad se ha estabilizado en cifras de visitantes, al menos los que acuden a la oficina de turismo. "Son cinco semanas seguidas subiendo. Hace 15 días rebasamos los 200 a la semana y esta los 330. Es algo humilde, pero en estas circunstancias y siendo la temporada baja de turismo, es buena cifra", explica Jorge Lázaro, concejal.

Matarraña: "El verano empieza muy bien en la comarca del Matarraña"

El verano arranca con alta ocupación hotelera y de la restauración en la comarca del Matarraña. Los alojamientos turísticos están al completo este fin de semana y los empresarios del sector prevén que la afluencia de visitantes se mantenga alta durante el resto del periodo estival, con cifras similares a las de 2020, en que, a pesar de la pandemia, el balance veraniego fue de los mejores que se recuerdan en esta emergente zona turística.

Aunque el público valenciano y catalán se mantiene como el más numeroso, cada vez llegan más visitantes de otras comunidades, como Madrid y el País Vasco. Varios hosteleros comentaron que también la afluencia aragonesa va en aumento, favorecida este año por los bonos turísticos emitidos por el Gobierno de Aragón. Las calle se llenaron de turistas en localidades como Valderrobres, La Fresneda, Calaceite o Beceite.

La hotelera directiva de la Asociación de Empresarios de la Comarca del Matarraña Loli Collantes, propietaria de la Fonda de la Plaza de Valderrobres, explicó que su establecimiento estuvo lleno tanto en los alojamientos como en el restaurante, que tuvo que organizar dos turnos de comidas para atender la demanda.

Collantes indicó que la suavización de las restricciones por la pandemia acerca la situación a la "normalidad" y reconoció que el verano "empieza muy bien" en la comarca. La hostelera señaló que las reservas para agosto son todavía pocas, pero aclaró que, con la covid-19, los clientes, por prudencia ante la incertidumbre sobre la evolución sanitaria, contratan las habitaciones con muy poca antelación.

María Ángeles Lorenzo, propietaria del hotel La Font del Pas de Beceite, también colgó el cartel de completo. Explicó que la ocupación es alta entre semana y máxima durante el fin de semana. También cree que las expectativas para el verano "pinta bien". Detecta en la clientela muchas "ganas de salir" de viaje con la mejora de la situación pandémica.

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