"En el Ministerio estaríamos encantados de hacer un túnel para salvar el Ventamillo y sería bueno que la sociedad empujase"
El jefe de la Demarcación de Carreteras del Estado, Rafael López Guarga, cree que sería perfectamente factible retomar el proyecto que rondaría los 3 kilómetros de longitud.
Rafael López Guarga, jefe de la Demarcación de Carreteras del Estado en Aragón y máximo representante del Ministerio de Transportes en la comunidad, cree que sería perfectamente factible retomar el proyecto de construir un túnel que permitiera salvar el tramo del Congosto del Ventamillo de la N-260, cuya estrechez impide que se crucen dos vehículos pesados en muchos puntos, pese a que en su día de desechó por su impacto medioambiental. "Nosotros estaríamos encantados y creo que sería bueno que la sociedad del entorno empujase también", afirmó este martes en su visita a las obras de la N-260, donde anunció que el cierre del tramo entre Campo y El Run se prolongará hasta finales de junio para poder acometer el arreglo de un desprendimiento.
Los alcaldes y empresarios del valle de Benasque han vuelto a poner sobre la mesa la urgente necesidad de rescatar aquel proyecto (entre los kilómetro 388 y 391) como alternativa a esta carretera y más después del último desprendimiento de rocas ocurrido el 28 de febrero que causó graves daños en la calzada y obligó a regular con semáforos el paso alternativo.
Precisamente en ello está trabajando ahora el Ministerio de Transportes. Según explicó López Guarga, los trabajos están ya muy avanzados y de hecho se preveía acabarlos en las próximas semanas -sin necesidad de cortar la carretera- aunque ahora tendrán algo más de margen con el cierre obligado de todo el tramo.
La solución ha pasado por colocar unas pantallas dinámicas a modo de galería para que si vuelven a caer piedras se queden recogidas en unas redes. Además, se repondrá la carretera -el desprendimiento rompió media calzada y un muro-, se construirán unos voladizos y aprovecharán para hacer un pequeño sobreancho que servirá como apartadero "y que agradecerán los conductores, sobre todo de vehículos pesados, cuando haya aglomeración de camiones ya que se podrán cruzar sin ningún problema", explicó.
En respuesta a la reivindicación de los alcaldes y empresarios sobre la posibilidad de rescatar el proyecto del túnel, López Guarga recordó que fue uno de los primeros encargos que recibió cuando llegó al Ministerio en 1986 ya que el arreglo de la N-260 estaba previsto realizarlo ya en la época de Felipe González a finales de los 80 y principios de los 90 "aunque por diversas circunstancias no se llegó a hacer".
Ya entonces se hicieron unos estudios previos pero todo se paralizó. Sin embargo, al impulsar de nuevo la mejora integral de la N-260, desde la Demarcación de Carreteras del Estado en Aragón volvieron a plantear la solución del túnel "pero entonces había una legislación diferente y las autoridades medioambientales del Ministerio nos dijeron que desglosásemos el Congosto del Ventamillo y lo dejáramos fuera", recordó. La Dirección General de Carreteras justificó en 2013 esta decisión argumentando que "la intensidad de los impactos ambientales es muy elevada y la funcionalidad de la obra se mantiene sin él".
Sin embargo, Rafael López Guarga cree que no sería para nada descabellado teniendo en cuenta que en los últimos años se han construido túneles de longitud similar en la provincia de Huesca como los de Monrepós o el de Fiscal. De hecho, destacó que en la reciente declaración de impacto ambiental positiva del tramo Balupor-Fiscal también se incluye un túnel de casi dos kilómetros.
