Las heladas causan estragos en la fruta del Bajo Cinca: "No había visto nada igual en 30 años"

La producción caerá entre 300 y 150 millones de kilos y se prevé una destrucción de 2.000 a 3.000 empleos directos.

Javier Carrasquer y Antonio López, de Belver, en una de las explotaciones afectadas. Abajo, José Ignacio Gramunt, en Fraga.
Javier Carrasquer y Antonio López, de Belver, en una de las explotaciones afectadas. Abajo, José Ignacio Gramunt, en Fraga.
Heraldo/Digital Fraga TV

Las heladas de los últimos días han acabado con la mitad de la cosecha de fruta dulce de la comarca del Bajo Cinca, una de las mayores zonas productoras de Aragón, donde cunde la desesperación entre los profesionales del sector primario. La magnitud de la catástrofe se entiende mejor en cifras. La producción caerá de 300 a 150 millones de kilos y además, se destruirán entre 2.000 y 3.000 empleos directos, sin contar los que se generan en almacenes o empresas de transportes. Y es que hay fincas totalmente arrasadas.

El mercurio cayó de forma drástica el pasado fin de semana, llegando a valores de entre 3 y 6 grados negativos, especialmente en la madrugada del sábado al domingo. "Al principio, las consecuencias parecían menores y concentradas en las zonas más hondas. No obstante, al ir de finca en finca, hemos visto que los daños son generalizados, con afecciones que van del 30 al 100%», señala el responsable de fruta dulce de UAGA, Óscar Moret. Y es que ha sido una helada "excepcional y diferente, que ha acabado con la mitad de la cosecha y que deja unas tremendas pérdidas económicas", apostilla su homólogo en Asaja, Ramón Portolés.

Fraga, Belver, Velilla, Zaidín, Osso, Torrente... la práctica totalidad de los municipios de la ribera del Cinca están afectados y en algunas zonas la cosecha se da por perdida. Ni siquiera hay garantías de recogida en las fincas con sistemas antiheladas, donde los aspersores y ventiladores trabajaron sin descanso para minimizar el brusco descenso de las temperaturas. Hay afecciones en diferentes variedades de cereza, melocotón, paraguayo, albaricoque o nectarina. Y también en granadas y caquis, donde además ha sufrido el propio árbol, lo que pone en peligro su rendimiento en futuras campañas. El almendro, que cada vez predomina más, es otro de los cultivos damnificados. "El panorama es desolador", asevera Portolés. "A veces, se nos asociada al cuento del pastor y el lobo y en esta ocasión, hay que decir que verdaderamente ha venido el lobo", acuña Moret.

Uno de los principales problemas estuvo en la duración de las heladas, explica uno de los productores afectados y director de Mercofraga, José Ignacio Gramunt. "Hubo fincas en valores negativos durante cinco o seis horas, lo que es imposible de contrarrestar. Y menos en el momento actual, con árboles en flor o frutos en caída de pétalos", señala. «Va a ser un año muy duro», añade. 

Y no solo para los productores. También para el resto del sector. La necesidad de mano de obra caerá como mínimo un 50%. "¿Y qué haremos entonces con los temporeros?", se pregunta Moret, consciente de que muchos se desplazarán igualmente hasta el Bajo Cinca, debido a su imperiosa necesidad de trabajo. 

Las consecuencias de las fuertes heladas se analizarán este miércoles en una reunión entre representantes de las comarcas y municipios afectados y responsables del Gobierno de Aragón. Para Moret, es necesario articular líneas de ayuda a través de los diferentes fondos disponibles, ya que el sector "va a sufrir uno de los varapalos más fuertes de los últimos años y no podemos dejarlo caer en un contexto de crisis económica como la actual", indica.

"Las flores están quemadas, negras"

Belver de Cinca es una de las poblaciones más castigadas por las fuertes heladas. "He estado buscando árbol por árbol y no he encontrado ni una flor buena", señala uno de los productores más damnificados y, al mismo tiempo, alcalde de la localidad, Javier Carrasquer. "Las flores están quemadas, negras, y en el caso de los frutos, muy tocados, lo que hace muy probable que acaben en el suelo. Solo aquí hemos perdido entre el 70 y el 80% de la producción", añade. 

A su lado, otro productor local, Antonio López, se muestra abatido. De sus 50 hectáreas de frutales, 25 tienen una afección del 100% y el resto, del 60 al 80. "En 30 años, nunca había visto nada igual. Ha pillado los árboles en un momento muy delicado y las consecuencias han sido nefastas", señala. "Las pérdidas económicas van a ser enormes. Y no solo para nosotros. También para el resto del sector, del temporero al almacenista", apostilla. Y pone un ejemplo. "De media, nosotros contratamos a unas 30 personas por campaña y en esta ocasión, nos bastará con seis u ocho". 

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