Una exposición recreará la curia romana de Labitolosa en el Museo de Huesca

El departamento de Cultura celebrará así los más de 25 años de excavaciones

Recreación virtual de la curia que se podrá ver en la exposición del Museo de Huesca.
Una exposición recreará la curia romana de Labitolosa en el Museo de Huesca
Gobierno de aragón

El departamento de Cultura del Gobierno de Aragón celebrará los más de 25 años de excavaciones en el yacimiento de Labitolosa, una ciudad romana situada en el municipio ribagorzano de La Puebla de Castro y que existió entre el siglo I a. C. y finales del siglo II d. C., cuando se abandonó. Y lo hará con una gran exposición en el Museo de Huesca que recreará la curia excepcionalmente conservada hasta hoy.

Labitolosa era una ciudad hispanorromana desconocida ya que no figura en las fuentes literarias romanas conocidas, ni siquiera en el texto de ‘Naturalis Historia del Plinio’, donde se nombran las principales urbes del Conventus Caesaraugustano (Zaragoza), al que pertenecía, en la provincia de Hispania Citerior, con capital en Tarraco.

De hecho, hasta el inicio de las excavaciones en 1991 solo una inscripción latina descubierta en el siglo XVI daba noticia de su existencia al aludir a unos ‘cives Labitolosani’ (ciudadanos labitolosanos). En estos más de 25 años ha sido excavada con regularidad por un equipo mixto de investigadores de las Universidades de Zaragoza y Burdeos (Francia). Sin embargo, en los últimos años estas campañas se interrumpieron por falta de fondos.

Durante estas labores se hallaron dos edificios termales, el conjunto del foro (donde está la curia), una domus y varios edificios más. Destaca la curia, el lugar de reunión del consejo de los decuriones o notables de la ciudad de entonces, donde se han localizado varias inscripciones en su emplazamiento original y pedestales de esculturas. Es uno de los edificios de este tipo mejor conservados de la Hispania romana.

El período de construcción se data entre el 120 y el 130 d. C., cuando la ciudad gozaba de su mayor período de esplendor. Tiene unas dimensiones de 18,30 x 11 metros y está dividida en dos estancias: un vestíbulo y una gran sala. En ella se encontraron una serie de pedestales honoríficos y 21 zócalos de mármol y caliza rosácea o amarillenta. Cada uno debía de sostener un pedestal con su inscripción sobre el cual estaría la estatua del personaje nombrado. Gracias a ellos se supo de la existencia de Marco Clodio Flacco, que ocupó los cargos más importantes en su ciudad además de participar en el ejército romano. Su mujer, Cornelia Neila, honró la memoria de su marido y sus amigos poniéndoles estatuas con sus pedestales.

También se mantiene en buenas condiciones el sistema de calefacción de los edificios termales, que es el vestigio de termas romanas más complejo y mejor conservado de todo el Pirineo.

Gran parte de los materiales encontrados en las excavaciones se almacenan en el Museo de Huesca. Y aunque no dispone de suficiente espacio para exponer todos los hallazgos, sí que exhibirá una muestra representativa continuando con una de sus líneas de actuación de dar a conocer sus propios fondos y enclaves patrimoniales de la provincia.

La exposición se podrá ver del 15 de febrero al 30 de mayo y se distribuirá por el Salón del Trono, la Sala de Doña Petronila y la Sala de la Campana. Estará dirigida por María Ángeles Magallón, catedrática de la Universidad de Zaragoza y codirectora de la investigación en el yacimiento, y José Ángel Asensio, doctor en Historia y experto también en Labitolosa. Además, el Gobierno de Aragón ha sacado a concurso por un importe de 18.000 euros un contrato para la producción de algunos elementos expositivos y la recreación de la curia (11 lápidas desaparecidas, cornisas, molduras, ventanas, muros...).

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