El doctor en Historia Juan José Nieto ha presentado este jueves sendas instancias tanto al departamento de Cultura del Gobierno de Aragón como al Ayuntamiento de Barbastro para que tengan en cuenta que los restos de sillares que están apareciendo en las excavaciones de una de las travesías de Barbastro podrían ser un BIC (Bien de Interés Cultural) si se confirma, como sospechan los expertos, que se tratarían de restos de la original muralla islámica de la ciudad, fechada entre los siglo X y XI.  Según la legislación de Patrimonio, todo fortaleza es un BIC sin necesidad de incoarse un expediente para proceder a su catalogación.

El historiador, célebre por su participación junto al abogado Jorge Español en la recuperación de los bienes de Sigena, pide a la DGA que suspenda los trabajos en la citada zona con motivo de la ejecución del acondicionamiento de la travesía en la avenida de Navarra y carretera de Salas, construida a principios del siglo XX “para impedir la destrucción de un BIC en nuestra Comunidad autónoma”.

Las excavaciones en esta zona comenzaron en octubre y han sacado a la luz importantes vestigios de época Moderna como restos del antiguo convento de los Trinitarios, siglo XVI y XVII, partes de un templo renacentista y enterramientos, sobre todo infantiles, asociados a este convento. También se han descubiertos restos cerámicos y monedas de diversas épocas.

Si bien, el descubrimiento más importante ha sido la aparición de lienzos de la muralla que bordearía la ciudad musulmana o formaría parte del castillo de los Entenza, según este historiador. Sin embargo el director general de Cultura del Gobierno de Aragón enviaba a finales de diciembre una circular para que estos trabajos concluyan y los restos sean enterrados, tras su previa documentación, para que puedan iniciarse los trabajos en la travesía.

Nieto recuerda que según la Ley de Patrimonio Cultural estos restos tendrían la máxima protección del patrimonio cultural aragonés, sin necesidad de ser declarados expresamente BIC (Bien de Interés Cultural).

En su petición formal, sellada ante la delegación del Gobierno de Aragón en Barbastro, este historiador solicita que los restos de estas murallas deben conservarse “íntegramente” y suspenderse las licencias municipales de obra en la zona afectada, así como abrirse un periodo de información pública.

El historiador aporta fotografías en las que se aprecia el riesgo que pueden correr los restos si no se conservan adecuadamente.

Uno de los lienzos, con sillares desprendidos, sería la continuación del muro del convento de las Capuchinas, que según el artículo publicado por el historiador B. Cabañero sería la muralla musulmana de la ciudad, sita en el barrio del Entremuro y en el de Santa Bárbara. Asimismo sita a los historiadores Sesé y Andreú que afirmaban que la ciudad medieval llegaba hasta el río Vero. Hasta el momento no se han encontrado vestigios de ello, por lo que el presente hallazgo confirmaría esta tesis.

También apunta Nieto, para que se paralicen las obras que en la mayor parte del terreno excavado donde han aparecido estos restos no se ha llegado a los estratos inferiores. “Por lo que es imposible saber si debajo de los estratos que están a la vista hay más restos de fortificaciones anteriores”, señala Nieto en su escrito.

Asimismo, denuncia Nieto que las estacas colocadas para delimitar el trazado de la carretera, colocadas por la empresa constructora, afectan plenamente a los tres metros de muralla que se aprecian y a otros muros “de potencia considerable que es imposible saber su finalidad sin llegar a estratos inferiores”.

Cabe apuntar que la zona excavada acabará siendo una zona peatonal con la reurbanización de este trazado y que el tráfico no se ha visto afectado al existir una vía de paso alternativa, y que en el otro lado del vial queda espacio para realizar las modificaciones del proyecto que se consideren. Razones, que según el historiador invitarían a optar por preservar estos vestigios  y fortalecer la imagen turística de la ciudad con un importante elemento patrimonial “como parte del Parque Cultural del Río Vero” del que forma parte Barbastro.

El historiador concluye que nos encontramos ante una zona de Barbastro de gran importancia arqueológica, donde siguen apareciendo estructuras procedentes de la “ciudad medieval que podría aportar datos fundamentales para la historia de Barbastro”.