Carlos Saura: "Los premios pertenecen al pasado. Vivo el presente y miro al futuro"

El director aragonés estrena este viernes en Huesca la obra de teatro 'El coronel no tiene quien le escriba', con Juan Diego como protagonista

Carlos Saura y Juan Diego estrenan este viernes 'El coronel no tiene quien le escriba' en Huesca
Carlos Saura y Juan Diego estrenan este viernes 'El coronel no tiene quien le escriba' en Huesca
Pablo Segura

Carlos Saura llegó el martes a Huesca para ultimar los ensayos del estreno teatral de 'El coronel no tiene quien le escriba', basada en la novela de Gabriel García Márquez, que él dirige y que protagoniza Juan Diego. El sábado y el domingo, se representará en El Teatro de las Esquinas de Zaragoza.

De esta forma, el polifacético realizador vuelve al teatro. Pero como le decía su madre desde pequeño, es "un culo inquieto" y en unos días se va a México a rodar una película musical y luego hará una ópera en Galicia. "Me queda mucho por conquistar", dice, al ser preguntado por un extenso palmarés en Cannes, Berlín o los Goya, porque, para él, "el cine es como una aventura".

Vuelve al teatro dirigiendo ‘El coronel no tiene quien le escriba’ ¿Por qué la estrena en Huesca?

En Madrid estaban los teatros llenos y surgió la posibilidad de venir a Huesca y luego ir a Zaragoza. Siendo yo oscense, me pareció genial. He encontrado un auditorio, en el palacio de congresos, con todos los medios.

Un palacio de congresos que, por cierto, a partir de mañana se llamará Carlos Saura.

¡Qué más quiero! Mi vanidad está colmada (bromea).

Y además se ha bautizado con su nombre un premio del Festival de Cine. ¿Era una deuda por saldar o siempre se ha sentido reconocido en su tierra?

Yo nunca espero nada. Siempre te llegan las cosas cuando ya eres mayor. Tendrían que ser cuando eres joven, para estimularte, que te den dinero para tus obras… pero, me parece estupendo.

¿Y por qué regresa al teatro con una obra de García Márquez?

Un amigo mío, Natalio Grueso, con el que he trabajado en otras ocasiones, me ofreció la dirección y me pareció estupendo, sobre todo contando con Juan Diego como protagonista. Es una obra muy minimalista, con dos personajes importantes. Mi trabajo es muy sencillo, no como en el cine: escribir un guión, buscar un productor, actores… El teatro es muy cómodo para alguien que ha hecho cine.

Ha dicho alguna vez que no le había cogido gusto al teatro, que le falta una cámara para acercarse a los personajes, un arte parcial frente a un arte total. Pero vuelve a dirigir una obra.

Lo sigo pensando. El teatro es un plano general en el que se desarrolla el espectáculo durante una hora y media y no hay posibilidad de modificar tu visión. En el cine, en cambio, puedes acercarte a los personajes. Siempre que veo una obra de teatro que me gusta estoy deseando saltar y acercarme. Luego, la trampa del teatro es que todo pasa en un sitio y tienes que inventarte como pasa el tiempo y cambian los escenarios. El resto depende de los actores.

Con Juan Diego hizo cine. ¿Qué tal es trabajar con él?

Es un actor orgánico. Lo dice él. Cuando rodamos ‘La noche oscura’ (sobre la vida de San Juan de la Cruz), en la celda que habíamos construido, pidió un orinal para hacer sus necesidades. Se mete en el papel de una manera… Y es capaz de improvisar, nunca hace la obra igual, siempre hay una variación.

Y hay una aragonesa, Cristina de Inza, como coprotagonista.

Es una actriz muy sólida. Ha tenido que trabajar muchísimo en la obra, dialogada en un 98% entre Juan Diego y ella.

El 4 de enero cumplió 87 años y no para. ¿Qué prepara ahora?

Me voy a México cuatro meses, para una película musical, ‘El rey de todo el mundo’. Luego haré una ópera en Galicia, y más adelante ya veremos.

La jubilación no es para usted.

La jubilación no me interesa nada, no sé qué es eso.

La edad, ¿es una barrera para la expresión artística o se gana con el tiempo?

Pierdes manejabilidad, andas menos, te cansas más, pero mentalmente no he perdido. Hace poco hice un examen de conducción (para renovar el carné) y oía todos los sonidos. La cabeza la tengo bien. La memoria siempre la he tenido fatal. En mi temario religioso, en el colegio, aprendimos que las tres potencias del alma eran memoria, inteligencia y voluntad. Yo, memoria, nada; inteligencia, regular; y voluntad, cero.

Ha hecho casi 50 largometrajes (‘La caza, ‘¡Ay, Carmela!’, ‘Peppermint Frapp钅?) y ha conseguido premios en Cannes, Berlín, los Goyas… ¿Hay algún trabajo redondo que lo represente?

Esos premios pertenecen al pasado. Sí hay obras que para mí han representado un paso adelante, me he aventurado, como ‘Goya en Burdeos’ o ‘¡Ay,Carmela!. ‘Io, Don Giovani’, sobre Don Juan, fue muy interesante, y también me gusta muchísimo ‘Tango’. No las suelo ver, no me interesa. Vivo más el presente y miro al futuro.

O sea, no ha sido conformista ni teme a los desafíos.

Yo podía estar viendo mis 50 películas, pero es un gran esfuerzo, ¿y para qué? Lo más probable es que dijera: ‘Esta la podía haber hecho peor, o mejor’. Siempre me ha interesado ir un poco más lejos, no hacer una cosa confortable y cómoda sino tratar de experimentar. El cine para mí siempre es como una aventura y si no lo fuera, haría otra cosa. La fotografía es técnica, pero en el cine cada día hay un desafío.

Es un hombre polifacético, encarna el espíritu renacentista: ha dirigido películas, obras de teatro, musicales y óperas, ha escrito novelas, ha expuesto fotografías. ¿Por qué ese interés en abarcar tantas disciplinas?

No es un interés, es una necesidad. Estoy imprimiendo fotografías y cuando me canso me pongo a escribir.

¿Un culo inquieto?

Eso es muy aragonés. Mi madre siempre me decía que era un culo inquieto, desde pequeño.

Y esa diversidad se nota también en su obra cinematográfica: películas intimistas, como ‘La noche más oscura’, tragicomedias, como ‘¡Ay, Carmela!’, documentales …

He hecho películas sobre cosas que me interesaban, ¡y me interesan tantas! Hay algo que nunca he hecho, ciencia ficción. Tengo siete guiones que no he realizado, aunque todos piensan que he hecho lo que quería. Unos porque costaban demasiado, otros porque no eran oportunos o no interesaban. Escribí la novela ‘¡Esa luz!’, sobre la Guerra Civil española dentro de la Guerra Civil, porque no pude hacer la película. Ningún productor la quiso.

La música también ha estado muy presente en su obra cinematográfica: flamenco, tango, fado, jota… ¿Era una obsesión ponerla en imágenes?

Mi madre era pianista. Yo he tenido una base cultural musical muy fuerte, primero clásica, pero siempre me ha interesado la música popular y el flamenco.

Con tantos premios, ¿le queda algo por conquistar?

Me queda por conquistar todo. Hay mucho futuro.

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