Calentar y estirar antes de comenzar el día de esquí, ir bien equipado, acomodar la velocidad al nivel, controlar los movimientos teniendo en cuenta al resto de esquiadores y atender la señalización, son algunas de las cuestiones que hay que tener en cuenta a la hora de practicar el esquí en los centros invernales. Son normas básicas que hay que seguir para evitar accidentes y que ahora el Servicio de Montaña de la Guardia Civil de Montaña recuerda a través de una campaña de prevención en pistas de esquí. Se ha publicado un folleto con diferentes consejos de prevención, tanto para la práctica del esquí y el snowboard en estaciones, como para garantizar la seguridad ciudadana en estos complejos de ocio. Son preceptos que vienen recogidos en el catálogo de normas de la Federación Internacional de Esquí (FIS) y que a nivel nacional están recogidas por la Asociación Turística de Estaciones de Esquí y Montaña (ATUDEM). Estas normas se completan con algunos consejos para evitar accidentes o lesiones que puedan estropear la jornada de esquí e incluso la temporada. Si nunca se ha practicado el esquí o snowboard, es aconsejable contratar el servicio de un profesional, que guiará correctamente a la hora de iniciarse en este deporte y será el mejor garante de la seguridad en las pistas.

El folleto es pequeño y desplegable, del tamaño de una tarjeta de crédito. Con objeto de colaborar en la conservación del medio ambiente y siguiendo la política de ahorro de la administración, tan sólo se han impreso 25.000 unidades, publicándose el folleto en la web de publicaciones oficiales del Ministerio del Interior, desde donde se puede descargar en el teléfono móvil.

Normas básicas

Para prevenir accidentes hay que calentar y estirar antes de comenzar un día de esquí, hay que ir bien equipado con casco, gafas con la protección adecuada y guantes. La ropa de abrigo suficiente en la zona de taquillas puede resultar escasa en zonas altas de la estación y hay que tener en cuenta que los cambios bruscos en la meteorología de montaña puede sorprender a un esquiador muy apartado de donde tenga prendas de abrigo para protegerse. La circulación en las pistas tiene también sus normas, que se basan en la lógica y el sentido común.

Hay que controlar los movimientos de los esquiadores que preceden en el descenso y prever las maniobras de giro para evitar colisiones. Las señales de cruce avisan de que hay que moderar la velocidad y estar atentos a la aparición de otros esquiadores. No hay que abandonar el material en zona de tránsito de esquiadores y en el caso de que se suelte un esquí, hay que intentar retirarlo de la pista observando las medidas de seguridad.

En caso de encontrarse con un accidentado, es conveniente señalizar el punto clavando sus esquís en aspa por encima de donde se encuentra. A continuación, si no se le puede auxiliar, se dará aviso al personal de la estación de la forma más eficaz posible, incluso a través de la central de emergencias 112.El testimonio puede ser fundamental en el caso de ser testigo de un accidente en el que pueda haber una tercera persona implicada. Por ello habrá que identificarse ante los servicios de la estación o ante la pareja de la Guardia Civil que se encuentre de servicio en la zona. Nunca habrá que retirar el casco a una persona accidentada.

La Guardia Civil de Montaña lleva realizando servicio de Orden Público en las estaciones de esquí desde el año 1968, en que se establecieron los Grupos de Esquiadores-Escaladores de Jaca, Boltaña y Granada, siendo la primera policía de pistas, que por lo tanto cumplirá esta temporada 50 años desempeñando este servicio. En aquellas fechas y casi hasta la década de los 90, se realizaba también el servicio de socorro en pistas, que actualmente desempeña personal de cada estación.