"Me voy a llevar a toda la familia de crucero a las islas griegas, lo prometí"

Los afortunados coinciden en que el premio no da para dejar de trabajar, pero sí para llevar una vida más relajada.

A trabajar, el día después. Un día después de tocarle el Gordo, Eva Fondevila (derecha) acudió a su trabajo en una tienda de la plaza de Navarra, y allí estuvo todo el día, recibiendo felicitaciones y atendiendo a clientes, algunos también afortunados. Era domingo, pero abrían los comercios y tocaba estar al pie del cañón.
A trabajar, el día después. Un día después de tocarle el Gordo, Eva Fondevila (derecha) acudió a su trabajo en una tienda de la plaza de Navarra, y allí estuvo todo el día, recibiendo felicitaciones y atendiendo a clientes, algunos también afortunados. Er
Rafael Gobantes

El sábado se desató la euforia y ayer fue momento para pensar, para hacer planes de cómo gastar el dinero. "El premio no es para dejar de trabajar pero te permite vivir muy bien, y sobre todo disfrutarlo con la gente, porque me viene a ver todo el mundo y me da la enhorabuena". De hecho Eva Fondevila, una de las afortunadas, estaba ayer en su puesto de trabajo, en la tienda de ropa ‘Mírate’ de la céntrica plaza de Navarra.

Con los 200.000 euros que le han tocado de un décimo compartido, sus planes pasan por "tapar agujeros, como todo el mundo, y hacer un viaje". Se va a llevar a toda su familia, unas 10 personas, a un crucero por las islas griegas, en mayo o junio. "Ya se lo había prometido. Les dije: ‘Si algún día me toca la lotería, os llevo a todos a las islas griegas de crucero’".

A Eva Fondevila, la noticia le pilló trabajando. De hecho, su jefe le grabó en un vídeo que muestra la alegría del momento en el que se entera de que le ha tocado el Gordo, mientras hablaba por teléfono con su marido. La suerte le ha llegado por casualidad, compró un décimo, "de chiripa". Exalumna y madre de dos niñas de 7 y 9 años del colegio de San Viator, lo adquirió en una administración porque el horario de venta de participaciones en el centro escolar coincidía con su horario laboral. Una amiga, que lo organizó todo, cogió tres décimos y uno lo comparte Eva con la madre de aquella.

"A la mayoría no les va a solucionar la vida", comentaba ayer el director del colegio de San Viator, Salvador Arto. Buena parte de la comunidad educativa ha resultado beneficiada. Él también llevaba participaciones y personalmente espera que los Reyes este año "sean más espléndidos", lo mismo que las vacaciones de verano. La jornada de la resaca de la lotería la llevaba con tranquilidad. "Cada uno lo hemos celebrado a nuestra manera, en familia o con amigos". El equipo de fútbol de antiguos alumnos sí organizó una cena el sábado.

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