Encontrado ileso el buscador de setas desaparecido en Benabarre

El hombre, de 80 años, decidió subir a un altozano para evitar andar a oscuras y prevenir posibles accidentes.

El helicóptero de la Guardia Civil, tomando tierra para dejar a los especialistas de montaña en la zona de búsqueda
El helicóptero de la Guardia Civil, tomando tierra para dejar a los especialistas de montaña en la zona de búsqueda
G. C.

Especialistas de rescate en montaña y agentes de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil, apoyados por bomberos de la Comarca de la Ribagorza con su unidad canina consiguieron localizar pasadas las 12 de la noche del jueves al viernes a Ramón Gargallo, el anciano de 80 años, vecino de Benabarre, que se extravió en la tarde del jueves mientras buscaba setas. Tras pasar por el centro de salud benabarrense y comprobar que estaba en buen estado, fue acompañado a su casa donde su familia ha confirmado que se encuentra perfectamente.

Fue su mujer la que, preocupada por su tardanza en llegar a comer, pidió la ayuda de un vecino para acercarse a la zona de pinares del Mas de Balón-Congustell donde suele salir a buscar setas y allí encontraron su vehículo. En ese pinar había otros vecinos benabarrenses con quienes se montó un primer operativo de búsqueda que empezó a buscar sin éxito al desaparecido. Ante esta circunstancia, los familiares del setero acudieron al parque de bomberos para informar de la situación y sobre las 16.15 se organizó y se puso en marcha inmediatamente un dispositivo dirigido por el Capitán de la 3ª Compañía de Graus, en el que participaron patrullas de la Guardia Civil de Seguridad Ciudadana de Benabarre y Graus, Greim de Benasque, Ereim de Huesca con perros de búsqueda de personas, helicóptero de la Guardia Civil de Aragón con base en Huesca, Bomberos de la Ribagorza con su unidad canina y un agente de protección de la naturaleza del Gobierno de Aragón.

Desde el primer momento la búsqueda se centró en la citada zona de pinares, muy conocida por Ramón Gargallo que ha pasado toda su vida en la naturaleza y conoce sus reglas. Ese conocimiento fue el que, en cierta medida, motivó la prolongación de su extravío ya que, como explica Andrés Pociello, responsable de los bomberos benabarrenses, "cuando iba a regresar a casa a la hora de comer, no encontró la salida de la barrancada que le conducía al coche y, como empezó a echársele la noche encima, decidió subir a un altozano desde el que controlaba el entorno para evitar andar a oscuras por el monte y prevenir posibles accidentes".

Gargallo esperaba que cuando su mujer diera la alarma sobre su ausencia se montara el operativo de búsqueda y, estando en una posición dominante, poder hacer oír su voz para dirigir los pasos de los buscadores o, en el caso de que la búsqueda no diera resultado, esperar a la salida del sol para poder orientarse de vuelta a casa. Había un problema añadido y es que el setero está sordo por lo que él no podía escuchar las voces de quienes participaban en el operativo de búsqueda.

Al caer la noche se retiró el helicóptero pero se mantuvo el rastreo a pie de los especialistas de montaña de la Guardia Civil y de los voluntarios de la localidad hasta que su propio hijo escuchó a media noche la voz de su padre y se pudo encontrar ileso al octogenario. "No estaba ni agobiado ni preocupado y en todo momento mantuvo el buen criterio de permanecer en una posición segura", apunta Pociello quien insiste en la recomendación de no salir al monte en soledad, de llevar móvil y linterna y de dejar aviso de la zona por donde se pretende andar.

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