¿Qué hay debajo de esta montaña de paja?

La montaña de nieve apilada en primavera en la estación de esquí de Candanchú supera el examen del calor de julio y agosto. Turistas y otras estaciones se fijan en el ensayo de 'snowfarming', pionero en España

Paja para cubrir la nieve de Candanchú

Candanchú introdujo en España la pasada primavera la técnica del ‘snowfarming’ o cultivo de nieve, consistente en apilar la que quedaba de la temporada invernal y cubrirla con un material aislante (en este caso paja) para reaprovecharla en otoño. Desde el mes de mayo, la montaña de hasta 8 metros que emergió en la zona de Pista Grande ha despertado la curiosidad de los visitantes, e incluso otras estaciones españolas se han interesado por esta experiencia pionera.

La gran pregunta es si el insólito almacén supera la prueba más difícil, las altas temperaturas de los meses de verano. Fuentes de Candanchú aseguran que los 12.000 metros cúbicos apilados "han menguado", como ya se esperaba, pero según los niveles previstos, es decir, por debajo del 30%. Entre mayo y julio aguantó bien, y ha sido agosto el mes que más ha perjudicado.

"Ha venido bastante gente a verla, e incluso responsables de otras estaciones, de fuera y dentro de Aragón", precisan las mismas fuentes. El promontorio es visible para los excursionistas que en verano se acercan a Candanchú, pero también llama la atención desde las rutas de ascensión a las cimas del valle del Aragón. "¿Qué es esa montaña de paja"?, preguntan con curiosidad muchos de ellos.

La idea es descubrirla en el inicio de la próxima campaña para abrir una superficie esquiable, en caso de que las nevadas se retrasen, o trasladarla a aquellos puntos donde la innivación es más complicada. El centro invernal también quiere valorar los costes, en función del rendimiento, para compararlos con los de fabricación de nieve con cañones.

Candanchú ha sido la primera en España en dar el paso, aprovechando la abundancia de este recurso la pasada temporada (en la zona donde se apiló había 4 m, sobre los que se echaron otros tantos), pero ya se había ensayado en otros lugares de Europa. Es el caso de los Juegos Olímpicos de 2014 en Sochi, cuyos organizadores no se fiaron del clima y cubrieron 450.000 metros cúbicos, en este caso no con paja o serrín, que se mimetizan más con el entorno, sino con un termosellado especial. También se ha experimentado en Davos (Suiza) y en otros lugares de Italia, Francia, Austria o los países nórdicos, con resultados que han permitido conservar casi tres cuartas partes de la nieve acumulada, incluso a altitudes por debajo de los 1.500 metros de Pista Grande.

"Cualquier iniciativa para mantener la nieve es buena. Me parece muy interesante y hay que agradecer la decisión de Candanchú", afirma el presidente de la Federación Española de Deportes de Invierno, José Ricardo Abad. "Puede ayudar a crear base para arrancar la temporada, porque en noviembre todos quieren abrir pronto", añade, recordando que en la antigüedad ya existían los pozos de hielo cubiertos con paja.

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